—Sir Bedivere... has desobedecido la orden de tu rey. No devolviste la espada a la Dama del lago, ¿Por qué lo hiciste? Sin duda alguna el corazón humano es hermoso cuando ejemplos de devoción como el tuyo cambian el destino de la humanidad y acarrean consecuencias que simplemente eran inevitables.
Tu desobediencia te ha llevado hasta Avalon, donde reposarás hasta que llegue el momento, noble Bedivrere.— De pie frente al caballero, Merlin le miró con una condescendiente expresión. Mientras tanto, aquel caballero comenzó a petrificarse en una película de piedra, obra del musmo mago.
Tu desobediencia te ha llevado hasta Avalon, donde reposarás hasta que llegue el momento, noble Bedivrere.— De pie frente al caballero, Merlin le miró con una condescendiente expresión. Mientras tanto, aquel caballero comenzó a petrificarse en una película de piedra, obra del musmo mago.
—Sir Bedivere... has desobedecido la orden de tu rey. No devolviste la espada a la Dama del lago, ¿Por qué lo hiciste? Sin duda alguna el corazón humano es hermoso cuando ejemplos de devoción como el tuyo cambian el destino de la humanidad y acarrean consecuencias que simplemente eran inevitables.
Tu desobediencia te ha llevado hasta Avalon, donde reposarás hasta que llegue el momento, noble Bedivrere.— De pie frente al caballero, Merlin le miró con una condescendiente expresión. Mientras tanto, aquel caballero comenzó a petrificarse en una película de piedra, obra del musmo mago.

