*Ate se encuentra en su despacho, revisando sus notas y apuntes, elaborando una serie de libros para sus hijos. Había viajado al Olimpo, reino submarino y al inframundo, empapándose de todo el saber de sus bibliotecas y plasmarlo en unos libros para sus retoños. La cosa era que no podía sacar ningún libro de su lugar, salvo una ocasión que Hades permitió a su sobrina llevarse uno, que tiempo después Ate devolvió. Está tan enfrascada con su trabajo, que desde el umbral de la puerta, Jormun, la observa con una sonrisa en su rostro. Adoraba verla así, la verdad, la adora que cualquier cosa que Ate hiciera, incluso dormir*
- La comida ya está lista, mi amor –dice Jormun feliz- Los niños no tardarán en volver de la escuela.
*Ella alza la vista y sonríe a su esposo. Su corazón se llena de felicidad siempre que están juntos*
- No tardaré, quiero terminar esta página.
-De acuerdo, cariño. No te demores.

*Y sale del despacho. Ate sigue con su trabajo. Al poco rato, termina y sale para ayudar a su esposo a poner la mesa. Los niños llegan montando bulla y alegres de la escuela. No dejan de hablar a sus padres de todo lo que han hecho en la escuela y el ensayo para la obra de teatro de fin de año. Toda la familia se sienta para comer y comentar la jornada*