La madrugada aún cubría el cielo de Bonta con su manto oscuro, salpicado de estrellas titilantes. Todo estaba en silencio, salvo por el leve zumbido del viento entre las hojas altas del árbol donde Naru dormía.

Pero de pronto, la calma se quebró.

—¡Ngh… hhh…! —Naru jadeó al incorporarse bruscamente, con los ojos muy abiertos y la respiración entrecortada.

Estaba sudando frío.

Su cuerpo temblaba. Su corazón golpeaba con fuerza desmedida contra su pecho, como si acabara de salir de una batalla. Miró a su alrededor: el bosque tranquilo, su capa caída a un lado, las pequeñas alas de Wakfu de su cabeza replegadas. Estaba solo… pero **no se sentía solo**.

—¿Qué fue eso…? —murmuró, llevándose una mano al rostro.

El sudor le caía por la sien. Cerró los ojos, buscando calmarse… pero lo que vio seguía allí, grabado en su mente como si él mismo lo hubiera vivido:

**Un dragón de inmenso poder. Una playa en ruinas. Una figura de ojos resplandecientes, enfrentando al dragón con furia, tristeza… y desesperación.**

Naru apretó los dientes.

—Esa pelea… yo no… yo no estuve ahí. ¿Por qué la sentí tan… real?

Entonces vino otra imagen, como un relámpago cruzando la oscuridad:

Se llevó ambas manos al pecho. **Sentía nostalgia. Pérdida. Y un peso inmenso, como si lo estuvieran llamando desde un recuerdo que no le pertenecía.**

Susurró, casi sin voz:

—¿Quién… Carj...?






https://youtu.be/qzOV5fLjW3c?si=ZeKFfu-fWPwP4tfi
🌘 La madrugada aún cubría el cielo de Bonta con su manto oscuro, salpicado de estrellas titilantes. Todo estaba en silencio, salvo por el leve zumbido del viento entre las hojas altas del árbol donde Naru dormía. Pero de pronto, la calma se quebró. —¡Ngh… hhh…! —Naru jadeó al incorporarse bruscamente, con los ojos muy abiertos y la respiración entrecortada. Estaba sudando frío. Su cuerpo temblaba. Su corazón golpeaba con fuerza desmedida contra su pecho, como si acabara de salir de una batalla. Miró a su alrededor: el bosque tranquilo, su capa caída a un lado, las pequeñas alas de Wakfu de su cabeza replegadas. Estaba solo… pero **no se sentía solo**. —¿Qué fue eso…? —murmuró, llevándose una mano al rostro. El sudor le caía por la sien. Cerró los ojos, buscando calmarse… pero lo que vio seguía allí, grabado en su mente como si él mismo lo hubiera vivido: **Un dragón de inmenso poder. Una playa en ruinas. Una figura de ojos resplandecientes, enfrentando al dragón con furia, tristeza… y desesperación.** Naru apretó los dientes. —Esa pelea… yo no… yo no estuve ahí. ¿Por qué la sentí tan… real? Entonces vino otra imagen, como un relámpago cruzando la oscuridad: Se llevó ambas manos al pecho. **Sentía nostalgia. Pérdida. Y un peso inmenso, como si lo estuvieran llamando desde un recuerdo que no le pertenecía.** Susurró, casi sin voz: —¿Quién… Carj...? https://youtu.be/qzOV5fLjW3c?si=ZeKFfu-fWPwP4tfi
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