#CoffeeAfternoon
Miró con cierto fastidio a su amigo y a la taza semi transparente que contenía un líquido marrón oscuro, amargo y sin sabor. Se frotó el cabello sin poder ocultar ocultar su frustración.
— Odio el café.
Su amigo le dió una mirada incrédula y señaló la taza.
— Nunca pensé escuchar esas palabras del gran Asher amante a la cafeína desde la infancia, creo que incluso bebías café dentro del vientre de tu madre.
Asher se quedó pensativo y recordó vagamente a su madre "especial" quién ahora ya no estaba con él, su amigo lo notó con la mirada perdida y supuso que era porque el café había sido cambiado y ésto le había afectado.
— Sólo es café amargo, amigo, no deja de ser café.
Asher frunció sus cejas y lo miró fijamente.
— La leche cuando se pudre, no deja de ser leche, dañada, pero sigue siéndolo. ¿Y aún así la tomas?. El día cuando el cielo está nublado, no deja de ser de día, ¿Pero sigues apreciándolo de la misma forma? No.
Su amigo rodó los ojos y se cubrió el rostro con sus manos, ya sabía cómo era de dramático en ocasiones. Asher señaló la taza y continuó.
— Ésto no es café, es amargo y sin sabor. ¿Porqué carajos le quitan el azúcar? ¿Cuál es su problema con el azúcar? ¿Acaso el azúcar les hirió el orgullo que no la usan? Vaya, un objeto inerte es más poderoso que el profesionalismo humano.
Su amigo sólo se quedó escuchándolo y luego le acercó un frasco de azúcar que habían llevado junto al café cuando se lo entregaron.
— Sólo agrégale azúcar y ya está, problema resuelto.
Asher observó el azúcar, el cual parecía tener granos enteros y no finos. Sonrió con sorna y ladeó su rostro.
— ¿Crees que ésto se va a disolver fácil? No es lo mismo agregarle azúcar a tu café ya preparado, a que un profesional se lo agregue mientras lo prepara. ¿O es que acaso tú cuando vas al bañ...?
Su amigo le cubrió la boca porque sabía que no iba a decir nada bueno. Suspiró y se levantó de la silla.
— Bien, vamos a un lugar donde hagan café dulce o de tu preferencia y dejemos en negativo ésta cafetería.
Asher también se levantó y pagó por el café que no iba a tomar, igualmente lo habían pedido.
— Es lo que he tratado de decir.
Miró con cierto fastidio a su amigo y a la taza semi transparente que contenía un líquido marrón oscuro, amargo y sin sabor. Se frotó el cabello sin poder ocultar ocultar su frustración.
— Odio el café.
Su amigo le dió una mirada incrédula y señaló la taza.
— Nunca pensé escuchar esas palabras del gran Asher amante a la cafeína desde la infancia, creo que incluso bebías café dentro del vientre de tu madre.
Asher se quedó pensativo y recordó vagamente a su madre "especial" quién ahora ya no estaba con él, su amigo lo notó con la mirada perdida y supuso que era porque el café había sido cambiado y ésto le había afectado.
— Sólo es café amargo, amigo, no deja de ser café.
Asher frunció sus cejas y lo miró fijamente.
— La leche cuando se pudre, no deja de ser leche, dañada, pero sigue siéndolo. ¿Y aún así la tomas?. El día cuando el cielo está nublado, no deja de ser de día, ¿Pero sigues apreciándolo de la misma forma? No.
Su amigo rodó los ojos y se cubrió el rostro con sus manos, ya sabía cómo era de dramático en ocasiones. Asher señaló la taza y continuó.
— Ésto no es café, es amargo y sin sabor. ¿Porqué carajos le quitan el azúcar? ¿Cuál es su problema con el azúcar? ¿Acaso el azúcar les hirió el orgullo que no la usan? Vaya, un objeto inerte es más poderoso que el profesionalismo humano.
Su amigo sólo se quedó escuchándolo y luego le acercó un frasco de azúcar que habían llevado junto al café cuando se lo entregaron.
— Sólo agrégale azúcar y ya está, problema resuelto.
Asher observó el azúcar, el cual parecía tener granos enteros y no finos. Sonrió con sorna y ladeó su rostro.
— ¿Crees que ésto se va a disolver fácil? No es lo mismo agregarle azúcar a tu café ya preparado, a que un profesional se lo agregue mientras lo prepara. ¿O es que acaso tú cuando vas al bañ...?
Su amigo le cubrió la boca porque sabía que no iba a decir nada bueno. Suspiró y se levantó de la silla.
— Bien, vamos a un lugar donde hagan café dulce o de tu preferencia y dejemos en negativo ésta cafetería.
Asher también se levantó y pagó por el café que no iba a tomar, igualmente lo habían pedido.
— Es lo que he tratado de decir.
#CoffeeAfternoon
Miró con cierto fastidio a su amigo y a la taza semi transparente que contenía un líquido marrón oscuro, amargo y sin sabor. Se frotó el cabello sin poder ocultar ocultar su frustración.
— Odio el café.
Su amigo le dió una mirada incrédula y señaló la taza.
— Nunca pensé escuchar esas palabras del gran Asher amante a la cafeína desde la infancia, creo que incluso bebías café dentro del vientre de tu madre.
Asher se quedó pensativo y recordó vagamente a su madre "especial" quién ahora ya no estaba con él, su amigo lo notó con la mirada perdida y supuso que era porque el café había sido cambiado y ésto le había afectado.
— Sólo es café amargo, amigo, no deja de ser café.
Asher frunció sus cejas y lo miró fijamente.
— La leche cuando se pudre, no deja de ser leche, dañada, pero sigue siéndolo. ¿Y aún así la tomas?. El día cuando el cielo está nublado, no deja de ser de día, ¿Pero sigues apreciándolo de la misma forma? No.
Su amigo rodó los ojos y se cubrió el rostro con sus manos, ya sabía cómo era de dramático en ocasiones. Asher señaló la taza y continuó.
— Ésto no es café, es amargo y sin sabor. ¿Porqué carajos le quitan el azúcar? ¿Cuál es su problema con el azúcar? ¿Acaso el azúcar les hirió el orgullo que no la usan? Vaya, un objeto inerte es más poderoso que el profesionalismo humano.
Su amigo sólo se quedó escuchándolo y luego le acercó un frasco de azúcar que habían llevado junto al café cuando se lo entregaron.
— Sólo agrégale azúcar y ya está, problema resuelto.
Asher observó el azúcar, el cual parecía tener granos enteros y no finos. Sonrió con sorna y ladeó su rostro.
— ¿Crees que ésto se va a disolver fácil? No es lo mismo agregarle azúcar a tu café ya preparado, a que un profesional se lo agregue mientras lo prepara. ¿O es que acaso tú cuando vas al bañ...?
Su amigo le cubrió la boca porque sabía que no iba a decir nada bueno. Suspiró y se levantó de la silla.
— Bien, vamos a un lugar donde hagan café dulce o de tu preferencia y dejemos en negativo ésta cafetería.
Asher también se levantó y pagó por el café que no iba a tomar, igualmente lo habían pedido.
— Es lo que he tratado de decir.
