El coche de ambas cabezas hizo que los pergaminos de la joven cayesen. Con velocidad se agacha para recogerlos y mirarte apenada.

—Disculpe...
El coche de ambas cabezas hizo que los pergaminos de la joven cayesen. Con velocidad se agacha para recogerlos y mirarte apenada. —Disculpe...
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