“¿Bonito, no?”*
La pista serpenteaba entre una pradera dorada que se extendía hasta el horizonte. Girasoles bailaban con la brisa, mientras el sol permanecía fijo en lo alto, como si no quisiera irse nunca.
A lo lejos, un auto se salió del trazado con un chirrido agudo, deslizándose por la hierba alta hasta quedar encajado entre dos colinas de pétalos. El piloto, frustrado, golpeaba el volante con impotencia.
Un suave zumbido rompió el aire. El Deora-2 se detuvo a pocos metros, levantando una pequeña lluvia de polen dorado. Jett bajó del vehículo, caminó sin prisa hasta el auto varado.
—¿Te duele algo? —preguntó Jett, inclinando la cabeza.
Jett sonrió, se sentó en el suelo, arrancó un girasol cercano y lo giró en sus manos.
—Te entiendo —dijo, mirando al cielo eterno—. Una frase que tengo es "A veces uno se sale del camino… para acabar en lugares mejores."
Jett se levantó, estiró los brazos con flojera y señaló alrededor.
—Dime… ¿lo disfrutas?
Jett abrió los brazos, como si abarcara todo.
—El paisaje.
La pista serpenteaba entre una pradera dorada que se extendía hasta el horizonte. Girasoles bailaban con la brisa, mientras el sol permanecía fijo en lo alto, como si no quisiera irse nunca.
A lo lejos, un auto se salió del trazado con un chirrido agudo, deslizándose por la hierba alta hasta quedar encajado entre dos colinas de pétalos. El piloto, frustrado, golpeaba el volante con impotencia.
Un suave zumbido rompió el aire. El Deora-2 se detuvo a pocos metros, levantando una pequeña lluvia de polen dorado. Jett bajó del vehículo, caminó sin prisa hasta el auto varado.
—¿Te duele algo? —preguntó Jett, inclinando la cabeza.
Jett sonrió, se sentó en el suelo, arrancó un girasol cercano y lo giró en sus manos.
—Te entiendo —dijo, mirando al cielo eterno—. Una frase que tengo es "A veces uno se sale del camino… para acabar en lugares mejores."
Jett se levantó, estiró los brazos con flojera y señaló alrededor.
—Dime… ¿lo disfrutas?
Jett abrió los brazos, como si abarcara todo.
—El paisaje.
🌻“¿Bonito, no?”*
La pista serpenteaba entre una pradera dorada que se extendía hasta el horizonte. Girasoles bailaban con la brisa, mientras el sol permanecía fijo en lo alto, como si no quisiera irse nunca.
A lo lejos, un auto se salió del trazado con un chirrido agudo, deslizándose por la hierba alta hasta quedar encajado entre dos colinas de pétalos. El piloto, frustrado, golpeaba el volante con impotencia.
Un suave zumbido rompió el aire. El Deora-2 se detuvo a pocos metros, levantando una pequeña lluvia de polen dorado. Jett bajó del vehículo, caminó sin prisa hasta el auto varado.
—¿Te duele algo? —preguntó Jett, inclinando la cabeza.
Jett sonrió, se sentó en el suelo, arrancó un girasol cercano y lo giró en sus manos.
—Te entiendo —dijo, mirando al cielo eterno—. Una frase que tengo es "A veces uno se sale del camino… para acabar en lugares mejores."
Jett se levantó, estiró los brazos con flojera y señaló alrededor.
—Dime… ¿lo disfrutas?
Jett abrió los brazos, como si abarcara todo.
—El paisaje.


