Oh, Dios… mamá me va a matar.
—Murmura Sarah, levantándose apresurada de la mesa mientras rebusca entre sus cosas el celular. Había prometido llamar cada mañana, y otra vez se le hizo tarde.—
—Murmura Sarah, levantándose apresurada de la mesa mientras rebusca entre sus cosas el celular. Había prometido llamar cada mañana, y otra vez se le hizo tarde.—
Oh, Dios… mamá me va a matar.
—Murmura Sarah, levantándose apresurada de la mesa mientras rebusca entre sus cosas el celular. Había prometido llamar cada mañana, y otra vez se le hizo tarde.—
