Masthian miró el reloj mientras esperaba en la puerta de la central de autobuses. Por fin, era el día del campamento, aprovechando los feriados y la ausencia de clases. Guardaba días de descanso específicamente para esa salida con sus amigos. A su lado, una maletita con cambios suficientes para un dos noches y tres días, algunos trajes de baño y lo esencial que requería su cabello para verse bien. Se suponía que él se había adelantado para comprar los boletos de todos y asegurarse de que alcanzaran pasaje. 💬 𝑉𝑎𝑦𝑎𝑛 𝑝𝑟𝑖𝑚𝑒𝑟𝑜, 𝑙𝑜𝑠 𝑎𝑙𝑐𝑎𝑛𝑧𝑜 𝑒𝑛 𝑙𝑎 𝑝𝑙𝑎𝑦𝑎. El mensaje de Zaphiro llegó, provocando un largo suspiro, de cualquier forma no había comprado el suyo, esperaba que no fuera, ya tenía suficiente con una rubia que lo molestaba, no necesitaba a otra morena que le hiciera segunda. Entonces, miró la cajita que llevaba en las manos. Antes de cerrar el turno anterior, habían pasado a venderlos a la cafetería, no le pareció mala idea llevarles uno. Volvió a soltar un bufido desagradable, ya empezando a desesperarse, ni Nicole, ni Anyel, ni nadie aún. Odiaba estar solo.