El viento de la tarde le revolvía el cabello bajo la gorra. Terry se sentó sobre el borde del techo, mirando la ciudad desde las alturas, con una lata de soda a medio terminar apoyada a su lado. El sol bajaba lento, tiñendo el concreto con tonos naranja y dorado.

"Fuerza…"
Pensó.

"Pasé años creyendo que era lo único que necesitaba."

Cuando era joven, fuerza significaba *puños*. Significaba entrenar hasta que los nudillos sangraran, hasta que el cuerpo dijera basta y el corazón respondiera con un *no todavía*. Pensaba que si era más fuerte, podría cambiarlo todo. Salvar a su padre. Derrotar a Geese. Proteger a Andy. Hacer que el mundo tuviera sentido.

"Pero con el tiempo entendí… que la fuerza sola no es suficiente."

Puedes tener músculos como acero, reflejos de rayo y técnicas que destruyan el suelo.
Pero si no tienes algo que valga la pena defender… todo eso es solo violencia con otro nombre.

"La verdadera fuerza…"
…es quedarse cuando todos se van.
Es hablar cuando es más fácil callar.
Es aceptar que hay peleas que no se ganan con golpes.

A veces, la fuerza es mirar a los ojos a alguien que confía en ti —como Rock— y no fallarle.
A veces, es perdonarte por las veces que sí fallaste.

Terry cerró los ojos y respiró hondo.

"La fuerza no es algo que se tiene. Es algo que se decide usar… y cómo se usa, lo dice todo de ti."

South Town rugía abajo, viva como siempre. Y él estaba ahí, firme, como una sombra con nombre propio.

Porque **el Lobo Legendario** ya no peleaba por rabia, ni por gloria.
Peleaba por legado.
Por los que venían después.
Y por no dejar que la oscuridad reinara sin alguien que aún supiera cómo encender una chispa.
El viento de la tarde le revolvía el cabello bajo la gorra. Terry se sentó sobre el borde del techo, mirando la ciudad desde las alturas, con una lata de soda a medio terminar apoyada a su lado. El sol bajaba lento, tiñendo el concreto con tonos naranja y dorado. "Fuerza…" Pensó. "Pasé años creyendo que era lo único que necesitaba." Cuando era joven, fuerza significaba *puños*. Significaba entrenar hasta que los nudillos sangraran, hasta que el cuerpo dijera basta y el corazón respondiera con un *no todavía*. Pensaba que si era más fuerte, podría cambiarlo todo. Salvar a su padre. Derrotar a Geese. Proteger a Andy. Hacer que el mundo tuviera sentido. "Pero con el tiempo entendí… que la fuerza sola no es suficiente." Puedes tener músculos como acero, reflejos de rayo y técnicas que destruyan el suelo. Pero si no tienes algo que valga la pena defender… todo eso es solo violencia con otro nombre. "La verdadera fuerza…" …es quedarse cuando todos se van. Es hablar cuando es más fácil callar. Es aceptar que hay peleas que no se ganan con golpes. A veces, la fuerza es mirar a los ojos a alguien que confía en ti —como Rock— y no fallarle. A veces, es perdonarte por las veces que sí fallaste. Terry cerró los ojos y respiró hondo. "La fuerza no es algo que se tiene. Es algo que se decide usar… y cómo se usa, lo dice todo de ti." South Town rugía abajo, viva como siempre. Y él estaba ahí, firme, como una sombra con nombre propio. Porque **el Lobo Legendario** ya no peleaba por rabia, ni por gloria. Peleaba por legado. Por los que venían después. Y por no dejar que la oscuridad reinara sin alguien que aún supiera cómo encender una chispa.
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