— Con el tiempo aprendí que aquellos que glorifican su santidad, tienen más pecados en el armario que un penitente en la guillotina. Esos son peligrosos, ocultan su verdadera cara y cuando son descubiertos usan métodos de manipulación - lágrimas - acallando las voces detrás de su espalda.
Por ello, no importa cuando llores o me hables de tu bondad, eres un criminal tan asqueroso como mis manos ensangrentadas.—
Por ello, no importa cuando llores o me hables de tu bondad, eres un criminal tan asqueroso como mis manos ensangrentadas.—
— Con el tiempo aprendí que aquellos que glorifican su santidad, tienen más pecados en el armario que un penitente en la guillotina. Esos son peligrosos, ocultan su verdadera cara y cuando son descubiertos usan métodos de manipulación - lágrimas - acallando las voces detrás de su espalda.
Por ello, no importa cuando llores o me hables de tu bondad, eres un criminal tan asqueroso como mis manos ensangrentadas.—

