Host: — Deianira, cuéntame. ¿No hay ningún hombre en tu vida el día de hoy?
La rubia soltó un suspiro ante aquella pregunta. Sus manos comenzaron a jugar entre ellas mientras sus cejas se fruncían en señal de molestia.
— No, por suerte no.
Host: — ¿"Por suerte"? ¿Qué es lo que te hace rechazar tanto el amor? ¿Y por qué siempre se te ve saliendo con alguien de los hoteles?
— Rechazo el amor por es una debilidad, cariño. Y las mujeres como yo, no tenemos debilidades. Respecto a tu segunda pregunta, creo que deberías empezar en preocuparte sobre lo que hay bajo tus pantalones, no los míos.
Deianira, notablemente molesta, se levantó de la silla y caminó fuera del set de grabación de la entrevista. Se puso sus auriculares, y tan pronto como colocó la primera canción en su Spotify, alguien la interrumpió.
La rubia soltó un suspiro ante aquella pregunta. Sus manos comenzaron a jugar entre ellas mientras sus cejas se fruncían en señal de molestia.
— No, por suerte no.
Host: — ¿"Por suerte"? ¿Qué es lo que te hace rechazar tanto el amor? ¿Y por qué siempre se te ve saliendo con alguien de los hoteles?
— Rechazo el amor por es una debilidad, cariño. Y las mujeres como yo, no tenemos debilidades. Respecto a tu segunda pregunta, creo que deberías empezar en preocuparte sobre lo que hay bajo tus pantalones, no los míos.
Deianira, notablemente molesta, se levantó de la silla y caminó fuera del set de grabación de la entrevista. Se puso sus auriculares, y tan pronto como colocó la primera canción en su Spotify, alguien la interrumpió.
Host: — Deianira, cuéntame. ¿No hay ningún hombre en tu vida el día de hoy?
La rubia soltó un suspiro ante aquella pregunta. Sus manos comenzaron a jugar entre ellas mientras sus cejas se fruncían en señal de molestia.
— No, por suerte no.
Host: — ¿"Por suerte"? ¿Qué es lo que te hace rechazar tanto el amor? ¿Y por qué siempre se te ve saliendo con alguien de los hoteles?
— Rechazo el amor por es una debilidad, cariño. Y las mujeres como yo, no tenemos debilidades. Respecto a tu segunda pregunta, creo que deberías empezar en preocuparte sobre lo que hay bajo tus pantalones, no los míos.
Deianira, notablemente molesta, se levantó de la silla y caminó fuera del set de grabación de la entrevista. Se puso sus auriculares, y tan pronto como colocó la primera canción en su Spotify, alguien la interrumpió.


