Su primer canto nació al ver un brote, un brote de trigo junto a Demeter, en Olimpia. Dónde Iki e Íker observaron como la Diosa Hebe, volvía a brillar lentamente, aún cuando le doliera, seguía adelante. Seguía temblando pero volviendo a su camino, a revivir su esencia perdida.
Su primer canto nació al ver un brote, un brote de trigo junto a Demeter, en Olimpia. Dónde Iki e Íker observaron como la Diosa Hebe, volvía a brillar lentamente, aún cuando le doliera, seguía adelante. Seguía temblando pero volviendo a su camino, a revivir su esencia perdida.

