—Definitivamente, el negro me sienta bien. —Se miró al espejo por centésima vez. Se sentía bastante sensual en la prenda que Giovanni le había comprado.
Pues ya estaba lista para partir. Era cerca del medio día y al parecer, los camaradas del rubio, estaban terminando de empacar y preparar todo para su salida. Si tan solo hubiera encontrado ya ese bendito teléfono que habría jurado haber guardado en su mesita de noche.-
Pues ya estaba lista para partir. Era cerca del medio día y al parecer, los camaradas del rubio, estaban terminando de empacar y preparar todo para su salida. Si tan solo hubiera encontrado ya ese bendito teléfono que habría jurado haber guardado en su mesita de noche.-
—Definitivamente, el negro me sienta bien. —Se miró al espejo por centésima vez. Se sentía bastante sensual en la prenda que Giovanni le había comprado.
Pues ya estaba lista para partir. Era cerca del medio día y al parecer, los camaradas del rubio, estaban terminando de empacar y preparar todo para su salida. Si tan solo hubiera encontrado ya ese bendito teléfono que habría jurado haber guardado en su mesita de noche.-


