Cada día era un hilo nuevo.
Un consuelo que no rompe el equilibrio del mundo onírico.
Una ayuda suave necesaria, en cada alma del mundo.
Sin embargo, su núcleo de espíritu divino vibró.

Una luz titilando.
Una raíz parte de su creación.
"¿Mamá?" Preguntó con esperanza.

Nadie le contestó.
Pero solo la calidez percibida, le dio paso a que una pequeña migaja de esperanza volviera a vivir.

"Su amanecer no lo siento tan lejos" susurró con una vibración emotiva.
Se quedó a un metro de distancia donde descansaba Morfeo, su maestro, y entre ese propio sueño, susurró solo para él: "La sentí."

Y con solo eso. Se calmó y siguió con su labor. Los temas de padre e hijo, no le interesaban. No tenía ningún pie en el asunto, así que solo seguiría en su corriente, sin entorpecer nada. Solo ayudar donde se necesitara.
Cada día era un hilo nuevo. Un consuelo que no rompe el equilibrio del mundo onírico. Una ayuda suave necesaria, en cada alma del mundo. Sin embargo, su núcleo de espíritu divino vibró. Una luz titilando. Una raíz parte de su creación. "¿Mamá?" Preguntó con esperanza. Nadie le contestó. Pero solo la calidez percibida, le dio paso a que una pequeña migaja de esperanza volviera a vivir. "Su amanecer no lo siento tan lejos" susurró con una vibración emotiva. Se quedó a un metro de distancia donde descansaba Morfeo, su maestro, y entre ese propio sueño, susurró solo para él: "La sentí." Y con solo eso. Se calmó y siguió con su labor. Los temas de padre e hijo, no le interesaban. No tenía ningún pie en el asunto, así que solo seguiría en su corriente, sin entorpecer nada. Solo ayudar donde se necesitara.
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