No te acerques.
No me mires.
No me toques.
No permitiré que caigas en mi infierno.
Puedo escucharlas, esas voces... ese murmullo en medio del silencio que penetra, impone, aterroriza…, mata.
Esa oscuridad que absorbe todo. Todo. Se lo lleva egoístamente. Lo hace suyo. Lo domina. Lo aleja, lo arranca de mí, no puedo alcanzarlo.
Ilumíname.
Un paso…
Uno solo.
Acércate.
Caí en esa oscuridad, no puedo gritar. Háblame. Dime algo, lo que sea. Rompe este silencio.
Mírame. Se ve borroso, no puedo ver, está muy oscuro.
Alcánzame. Toma mi mano, aférrate, no me sueltes.
No quiero caer…
No me mires.
No me toques.
No permitiré que caigas en mi infierno.
Puedo escucharlas, esas voces... ese murmullo en medio del silencio que penetra, impone, aterroriza…, mata.
Esa oscuridad que absorbe todo. Todo. Se lo lleva egoístamente. Lo hace suyo. Lo domina. Lo aleja, lo arranca de mí, no puedo alcanzarlo.
Ilumíname.
Un paso…
Uno solo.
Acércate.
Caí en esa oscuridad, no puedo gritar. Háblame. Dime algo, lo que sea. Rompe este silencio.
Mírame. Se ve borroso, no puedo ver, está muy oscuro.
Alcánzame. Toma mi mano, aférrate, no me sueltes.
No quiero caer…
No te acerques.
No me mires.
No me toques.
No permitiré que caigas en mi infierno.
Puedo escucharlas, esas voces... ese murmullo en medio del silencio que penetra, impone, aterroriza…, mata.
Esa oscuridad que absorbe todo. Todo. Se lo lleva egoístamente. Lo hace suyo. Lo domina. Lo aleja, lo arranca de mí, no puedo alcanzarlo.
Ilumíname.
Un paso…
Uno solo.
Acércate.
Caí en esa oscuridad, no puedo gritar. Háblame. Dime algo, lo que sea. Rompe este silencio.
Mírame. Se ve borroso, no puedo ver, está muy oscuro.
Alcánzame. Toma mi mano, aférrate, no me sueltes.
No quiero caer…



