Estas son, las mañanitas que cantaba el Rey David, a los magos muy bonitos se las canta-mos así... ¡Despierta Johnny, despierta, mira que ya amaneció!
—Entra al despacho de John cantándole la canción del feliz cumpleaños, llevaba en sus manos un pastel pequeño preparado por él sin ayuda de la magia. A diferencia del año anterior, esta vez Trevor quiso optar por una celebración más privada entre ambos.
Puso el pastel sobre el escritorio y el se sentó a su lado mientras veía a John.—
Usted disculpará el atrevimiento profe, pero como le decía desde que estoy aquí, el día de hoy no es un día común. ¡Feliz cumpleaños John! Anda, anda pide un deseo que el día apenas comienza y tengo grandes cosas preparadas para ti. —El rostro de Trevor destellaba en alegría, se emocionaba más que con su propio cumpleaños.— Y descuida, te prometo que este año ningún pony se comerá tu sofá.
—Entra al despacho de John cantándole la canción del feliz cumpleaños, llevaba en sus manos un pastel pequeño preparado por él sin ayuda de la magia. A diferencia del año anterior, esta vez Trevor quiso optar por una celebración más privada entre ambos.
Puso el pastel sobre el escritorio y el se sentó a su lado mientras veía a John.—
Usted disculpará el atrevimiento profe, pero como le decía desde que estoy aquí, el día de hoy no es un día común. ¡Feliz cumpleaños John! Anda, anda pide un deseo que el día apenas comienza y tengo grandes cosas preparadas para ti. —El rostro de Trevor destellaba en alegría, se emocionaba más que con su propio cumpleaños.— Y descuida, te prometo que este año ningún pony se comerá tu sofá.
Estas son, las mañanitas que cantaba el Rey David, a los magos muy bonitos se las canta-mos así... ¡Despierta Johnny, despierta, mira que ya amaneció!
—Entra al despacho de John cantándole la canción del feliz cumpleaños, llevaba en sus manos un pastel pequeño preparado por él sin ayuda de la magia. A diferencia del año anterior, esta vez Trevor quiso optar por una celebración más privada entre ambos.
Puso el pastel sobre el escritorio y el se sentó a su lado mientras veía a John.—
Usted disculpará el atrevimiento profe, pero como le decía desde que estoy aquí, el día de hoy no es un día común. ¡Feliz cumpleaños John! Anda, anda pide un deseo que el día apenas comienza y tengo grandes cosas preparadas para ti. —El rostro de Trevor destellaba en alegría, se emocionaba más que con su propio cumpleaños.— Y descuida, te prometo que este año ningún pony se comerá tu sofá.
