—Cuanta calma, por Satán... comienza a agobiarme.
Cada vez se sentía más ansioso, avanzando por la oficina como león enjaulado.
Cada vez se sentía más ansioso, avanzando por la oficina como león enjaulado.
—Cuanta calma, por Satán... comienza a agobiarme.
Cada vez se sentía más ansioso, avanzando por la oficina como león enjaulado.
6
turnos
0
maullidos