**Voz gruesa, tono urgente.**
—Te dije que ese bastardo del Puerto no iba a dejarlo pasar. Ahora tenemos a dos tipos colgando en el almacén y el piso... está hecho un maldito matadero. ¿Y tú me dices que no tienes un plan?
**El otro, más joven, nervioso, mirando a los lados.**
—No dije eso. Tengo *una* carta bajo la manga. —se agacha y saca de su abrigo un folder plastificado con cuidado, como si pesara más de lo que debería—. Míralo.
**(Abre el folder. Dentro, un cartel confidencial. Un hombre de ojos dorados, cubrebocas y expresión muerta. Solo el alias: "John Doe")**
**Voz gruesa, dudosa.**
—¿John Doe? ¿Ese es el fantasma que limpió lo de Hammer hace años?
—El mismo. Ya no hace preguntas. Solo cobra, limpia y desaparece. Si no aceptas su precio, no hay trato. Pero si acepta… no queda ni una gota de sangre.
**Silencio tenso. Un trueno lejano.**
—¿Y crees que aceptará esto?
—No lo sé. Pero por lo que escuché… si su hija necesita el dinero, aceptará. Y esta vez… parece que el tratamiento es urgente.
**El mayor exhala lento, lanza su cigarro al suelo.**
—Bien. Llama al número. No digas nuestros nombres. Solo el precio.
—Te dije que ese bastardo del Puerto no iba a dejarlo pasar. Ahora tenemos a dos tipos colgando en el almacén y el piso... está hecho un maldito matadero. ¿Y tú me dices que no tienes un plan?
**El otro, más joven, nervioso, mirando a los lados.**
—No dije eso. Tengo *una* carta bajo la manga. —se agacha y saca de su abrigo un folder plastificado con cuidado, como si pesara más de lo que debería—. Míralo.
**(Abre el folder. Dentro, un cartel confidencial. Un hombre de ojos dorados, cubrebocas y expresión muerta. Solo el alias: "John Doe")**
**Voz gruesa, dudosa.**
—¿John Doe? ¿Ese es el fantasma que limpió lo de Hammer hace años?
—El mismo. Ya no hace preguntas. Solo cobra, limpia y desaparece. Si no aceptas su precio, no hay trato. Pero si acepta… no queda ni una gota de sangre.
**Silencio tenso. Un trueno lejano.**
—¿Y crees que aceptará esto?
—No lo sé. Pero por lo que escuché… si su hija necesita el dinero, aceptará. Y esta vez… parece que el tratamiento es urgente.
**El mayor exhala lento, lanza su cigarro al suelo.**
—Bien. Llama al número. No digas nuestros nombres. Solo el precio.
**Voz gruesa, tono urgente.**
—Te dije que ese bastardo del Puerto no iba a dejarlo pasar. Ahora tenemos a dos tipos colgando en el almacén y el piso... está hecho un maldito matadero. ¿Y tú me dices que no tienes un plan?
**El otro, más joven, nervioso, mirando a los lados.**
—No dije eso. Tengo *una* carta bajo la manga. —se agacha y saca de su abrigo un folder plastificado con cuidado, como si pesara más de lo que debería—. Míralo.
**(Abre el folder. Dentro, un cartel confidencial. Un hombre de ojos dorados, cubrebocas y expresión muerta. Solo el alias: "John Doe")**
**Voz gruesa, dudosa.**
—¿John Doe? ¿Ese es el fantasma que limpió lo de Hammer hace años?
—El mismo. Ya no hace preguntas. Solo cobra, limpia y desaparece. Si no aceptas su precio, no hay trato. Pero si acepta… no queda ni una gota de sangre.
**Silencio tenso. Un trueno lejano.**
—¿Y crees que aceptará esto?
—No lo sé. Pero por lo que escuché… si su hija necesita el dinero, aceptará. Y esta vez… parece que el tratamiento es urgente.
**El mayor exhala lento, lanza su cigarro al suelo.**
—Bien. Llama al número. No digas nuestros nombres. Solo el precio.

