Había estado ocupado todo el día, la noche anterior se la había pasado trabajando, solo quería relajarse.
Había estado días planeando esto y la oportunidad de tener su apariencia real le había parecido una buena excusa.

Era sábado, tarde en la noche, golpeó la puerta de Sam Bae Hwang, esperando a que le abriera. Parado allí con su apariencia divina, su piel palida, cabellos blancos y unos imponentes ojos celestes, digno de un dios.

-hola cariño~ ¿Sabes quién soy?

Sonrió suavemente con un ramo de flores tan blancas como su aura.
Había estado ocupado todo el día, la noche anterior se la había pasado trabajando, solo quería relajarse. Había estado días planeando esto y la oportunidad de tener su apariencia real le había parecido una buena excusa. Era sábado, tarde en la noche, golpeó la puerta de [flash_white_donkey_115], esperando a que le abriera. Parado allí con su apariencia divina, su piel palida, cabellos blancos y unos imponentes ojos celestes, digno de un dios. -hola cariño~ ¿Sabes quién soy? Sonrió suavemente con un ramo de flores tan blancas como su aura.
Me encocora
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