—Las cuchillas silban suavemente al cortar la superficie. Mis brazos se extienden, como si pudiera volar si solo me atreviera a dejar de pensar. Todo se vuelve liviano, menos el peso que llevo dentro. Ese siempre está ahí.

Giro. La velocidad se convierte en vértigo, pero no me detengo. Cuanto más rápido voy, menos espacio hay para los recuerdos. Para las voces. Para todo lo que me hizo querer estar sola esta noche.

Una vuelta más. El corazón late con fuerza, no de miedo, sino de libertad. Aquí no hay juicios, ni pasados, ni futuros inciertos. Solo este momento. Solo el hielo, mi sombra alargada, y la sensación de que, al menos por ahora, soy algo más que las cicatrices que cargo.

Me detengo, el aliento agitado dibujando nubes blancas en el aire. Sonrío, apenas. No por felicidad. Por alivio.

Aquí soy solo Emma. Y eso, por un rato, basta.—
—Las cuchillas silban suavemente al cortar la superficie. Mis brazos se extienden, como si pudiera volar si solo me atreviera a dejar de pensar. Todo se vuelve liviano, menos el peso que llevo dentro. Ese siempre está ahí. Giro. La velocidad se convierte en vértigo, pero no me detengo. Cuanto más rápido voy, menos espacio hay para los recuerdos. Para las voces. Para todo lo que me hizo querer estar sola esta noche. Una vuelta más. El corazón late con fuerza, no de miedo, sino de libertad. Aquí no hay juicios, ni pasados, ni futuros inciertos. Solo este momento. Solo el hielo, mi sombra alargada, y la sensación de que, al menos por ahora, soy algo más que las cicatrices que cargo. Me detengo, el aliento agitado dibujando nubes blancas en el aire. Sonrío, apenas. No por felicidad. Por alivio. Aquí soy solo Emma. Y eso, por un rato, basta.—
Me encocora
Me gusta
Me shockea
8
0 turnos 0 maullidos
Patrocinados
Patrocinados