Átropos,cerró las cortinas con manos que temblaban por dentro, aunque por fuera parecieran firmes. Selló puertas y ventanas con la delicadeza de quien sabe que no volverá pronto. Se marcharía por un tiempo, sin decir cuánto, sin prometer retorno. Se sentía más vacía que antes, como si algo dentro de ella hubiera sido arrancado sin previo aviso. Tal vez esa pequeña chispa que había sentido al amanecer no era esperanza, sino un mal presagio disfrazado de luz.

Se retiró a ese lugar sin nombre, solo y desprovisto de todo, donde el tiempo no corría y el aire apenas se movía. Allí, en silencio, se dedicaría únicamente a cortar hilos, uno por uno, como si al hacerlo pudiera olvidar el suyo propio. Se fue en silencio, como una sombra, dejando tras de sí una habitación que ya no la reconocía.

Átropos,cerró las cortinas con manos que temblaban por dentro, aunque por fuera parecieran firmes. Selló puertas y ventanas con la delicadeza de quien sabe que no volverá pronto. Se marcharía por un tiempo, sin decir cuánto, sin prometer retorno. Se sentía más vacía que antes, como si algo dentro de ella hubiera sido arrancado sin previo aviso. Tal vez esa pequeña chispa que había sentido al amanecer no era esperanza, sino un mal presagio disfrazado de luz. Se retiró a ese lugar sin nombre, solo y desprovisto de todo, donde el tiempo no corría y el aire apenas se movía. Allí, en silencio, se dedicaría únicamente a cortar hilos, uno por uno, como si al hacerlo pudiera olvidar el suyo propio. Se fue en silencio, como una sombra, dejando tras de sí una habitación que ya no la reconocía.
Me gusta
Me encocora
5
0 turnos 0 maullidos
Patrocinados
Patrocinados