Mas fuerte y orgullosa en Azul
El sol parecía brillar más fuerte para la pequeña Ogresa demonio mientras cruzaba la calle, su cola demoníaca se balanceaba con cada paso, y sus cuernos oscuros brillando bajo la luz. A su alrededor, la gente la reconocía de inmediato. Un par de elfos que tomaban café en la terraza de una tienda se inclinaron ligeramente en señal de respeto, al mismo tiempo, un grupo de estudiantes la observó con fascinación, susurros de admiración flotaba entre ellos.
Para Akane, este era su estado ideal. En esta forma nadie la ignoraba. No era solo una niña más en medio de la multitud. Era alguien especial, alguien fuerte, alguien que la gente notaba. Y eso le gustaba.
Empujó la puerta del pequeño restaurante y entró con confianza. El olor a carne asada le abrió el apetito aún más. Se acercó al mostrador, ignorando la mirada curiosa del joven cajero. No era un gesto de hostilidad, sino de costumbre, sabía que la gente siempre se fijaba en ella cuando estaba con esa forma.
"Una hamburguesa doble con queso y papas grandes" —dijo con una sonrisa, apoyando los codos en el mostrador.
El empleado reaccionó de inmediato, asintiendo con entusiasmo mientras anotaba la orden. Quizás, si hubiera estado en su forma humana (y más infantil), simplemente habría pasado desapercibida, sin recibir esa atención tan palpable. Pero con esta forma, con esta piel azul, con su porte imponente, era el centro de la escena.
Tomó su bandeja y se dirigió a una mesa junto a la ventana. Mientras mordía su hamburguesa, observó el reflejo de sus cuernos en el vidrio. Por un momento se preguntó si alguna vez querría volver a su forma humana para hacer cosas normales. Pero descartó la idea con otro mordisco. Esta nueva version de ella era la que realmente disfrutaba. La transformación que adquirió unos días atrás era digna de su sangre Ishtar y Queen.
¿Para qué volver atrás?
El sol parecía brillar más fuerte para la pequeña Ogresa demonio mientras cruzaba la calle, su cola demoníaca se balanceaba con cada paso, y sus cuernos oscuros brillando bajo la luz. A su alrededor, la gente la reconocía de inmediato. Un par de elfos que tomaban café en la terraza de una tienda se inclinaron ligeramente en señal de respeto, al mismo tiempo, un grupo de estudiantes la observó con fascinación, susurros de admiración flotaba entre ellos.
Para Akane, este era su estado ideal. En esta forma nadie la ignoraba. No era solo una niña más en medio de la multitud. Era alguien especial, alguien fuerte, alguien que la gente notaba. Y eso le gustaba.
Empujó la puerta del pequeño restaurante y entró con confianza. El olor a carne asada le abrió el apetito aún más. Se acercó al mostrador, ignorando la mirada curiosa del joven cajero. No era un gesto de hostilidad, sino de costumbre, sabía que la gente siempre se fijaba en ella cuando estaba con esa forma.
"Una hamburguesa doble con queso y papas grandes" —dijo con una sonrisa, apoyando los codos en el mostrador.
El empleado reaccionó de inmediato, asintiendo con entusiasmo mientras anotaba la orden. Quizás, si hubiera estado en su forma humana (y más infantil), simplemente habría pasado desapercibida, sin recibir esa atención tan palpable. Pero con esta forma, con esta piel azul, con su porte imponente, era el centro de la escena.
Tomó su bandeja y se dirigió a una mesa junto a la ventana. Mientras mordía su hamburguesa, observó el reflejo de sus cuernos en el vidrio. Por un momento se preguntó si alguna vez querría volver a su forma humana para hacer cosas normales. Pero descartó la idea con otro mordisco. Esta nueva version de ella era la que realmente disfrutaba. La transformación que adquirió unos días atrás era digna de su sangre Ishtar y Queen.
¿Para qué volver atrás?
Mas fuerte y orgullosa en Azul
El sol parecía brillar más fuerte para la pequeña Ogresa demonio mientras cruzaba la calle, su cola demoníaca se balanceaba con cada paso, y sus cuernos oscuros brillando bajo la luz. A su alrededor, la gente la reconocía de inmediato. Un par de elfos que tomaban café en la terraza de una tienda se inclinaron ligeramente en señal de respeto, al mismo tiempo, un grupo de estudiantes la observó con fascinación, susurros de admiración flotaba entre ellos.
Para Akane, este era su estado ideal. En esta forma nadie la ignoraba. No era solo una niña más en medio de la multitud. Era alguien especial, alguien fuerte, alguien que la gente notaba. Y eso le gustaba.
Empujó la puerta del pequeño restaurante y entró con confianza. El olor a carne asada le abrió el apetito aún más. Se acercó al mostrador, ignorando la mirada curiosa del joven cajero. No era un gesto de hostilidad, sino de costumbre, sabía que la gente siempre se fijaba en ella cuando estaba con esa forma.
"Una hamburguesa doble con queso y papas grandes" —dijo con una sonrisa, apoyando los codos en el mostrador.
El empleado reaccionó de inmediato, asintiendo con entusiasmo mientras anotaba la orden. Quizás, si hubiera estado en su forma humana (y más infantil), simplemente habría pasado desapercibida, sin recibir esa atención tan palpable. Pero con esta forma, con esta piel azul, con su porte imponente, era el centro de la escena.
Tomó su bandeja y se dirigió a una mesa junto a la ventana. Mientras mordía su hamburguesa, observó el reflejo de sus cuernos en el vidrio. Por un momento se preguntó si alguna vez querría volver a su forma humana para hacer cosas normales. Pero descartó la idea con otro mordisco. Esta nueva version de ella era la que realmente disfrutaba. La transformación que adquirió unos días atrás era digna de su sangre Ishtar y Queen.
¿Para qué volver atrás?

