𝙽𝚊𝚝𝚑 ♦ 𝚁𝚊𝚑𝚎𝚕

Años atrás los bosques eran los lugares donde diferentes criaturas se escondían de los humanos. En el caso de brujas y brujos, eran los lugares perfectos para ello y para cometer sus rituales sin que nadie más molestara.

Hoy en día era diferente, con la expansión de la población humana, mucho de lo que fue naturaleza ahora se trataban de edificaciones y calles asfaltadas. Por eso, hubo que adaptarse. Que estuvieran rodeados no significaba que iban a detenerse. Al contrario. Desarrollaron la manera de crear subespacios que se ocultaban a simple vista. Todo se veía normal a menos que de verdad se prestase atención.

Kael lo sabía muy bien, por eso esa noche iba caminando con tranquilidad por la calle. Diferentes viviendas rodeándolo, apenas unas pocas luces encendidas en los interiores y luego las de la calle, iluminando el camino como lo usual.

Miró de un lado a otro antes de exhalar aire, dejando unos segundos antes de inhalar de nuevo y concentrarse. Entonces, empezó a verlo. Cómo se modificó el área, al aspecto bonito se tornó en uno descuidado y abandonado. Además, los árboles parecían observar.

Siguió un rastro en el suelo de lo que parecían ser pisadas como si de sombras se tratasen, que lo guiaron hasta un edificio a medio destruir, paredes manchadas de hollín y con ventanas rotas. Ahí estaba su objetivo. Sin dudarlo entró por una de las ventanas, haciendo el menor ruido posible.
[nathrahel01] Años atrás los bosques eran los lugares donde diferentes criaturas se escondían de los humanos. En el caso de brujas y brujos, eran los lugares perfectos para ello y para cometer sus rituales sin que nadie más molestara. Hoy en día era diferente, con la expansión de la población humana, mucho de lo que fue naturaleza ahora se trataban de edificaciones y calles asfaltadas. Por eso, hubo que adaptarse. Que estuvieran rodeados no significaba que iban a detenerse. Al contrario. Desarrollaron la manera de crear subespacios que se ocultaban a simple vista. Todo se veía normal a menos que de verdad se prestase atención. Kael lo sabía muy bien, por eso esa noche iba caminando con tranquilidad por la calle. Diferentes viviendas rodeándolo, apenas unas pocas luces encendidas en los interiores y luego las de la calle, iluminando el camino como lo usual. Miró de un lado a otro antes de exhalar aire, dejando unos segundos antes de inhalar de nuevo y concentrarse. Entonces, empezó a verlo. Cómo se modificó el área, al aspecto bonito se tornó en uno descuidado y abandonado. Además, los árboles parecían observar. Siguió un rastro en el suelo de lo que parecían ser pisadas como si de sombras se tratasen, que lo guiaron hasta un edificio a medio destruir, paredes manchadas de hollín y con ventanas rotas. Ahí estaba su objetivo. Sin dudarlo entró por una de las ventanas, haciendo el menor ruido posible.
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