Ese día fue cuando la conoció, esa doncella llorando sola por el destino que la ata Mideimos la miró, se notaba triste y vulnerable, el príncipe heredero dio un profundo suspiro.

No sabe porque algo en ella le motivo acercarse y le regaló algo para consolarla.

—No se cual sea tu destino pero... No deberías llorar, esas lágrimas no van en ti. —

Responde de una forma tan suave y cálida, aunque por sus orígenes es cruel, poderoso guerrero, desde que conoció a esa doncella, algo en él se su suavizo, puede que fue el dolor que ella mostraba o su hermoso rostro cubierto de las lágrimas.

Lo que si estaba seguro es que buscaría la forma de que ella sonria desde el fondo de su corazón.
Ese día fue cuando la conoció, esa doncella llorando sola por el destino que la ata Mideimos la miró, se notaba triste y vulnerable, el príncipe heredero dio un profundo suspiro. No sabe porque algo en ella le motivo acercarse y le regaló algo para consolarla. —No se cual sea tu destino pero... No deberías llorar, esas lágrimas no van en ti. — Responde de una forma tan suave y cálida, aunque por sus orígenes es cruel, poderoso guerrero, desde que conoció a esa doncella, algo en él se su suavizo, puede que fue el dolor que ella mostraba o su hermoso rostro cubierto de las lágrimas. Lo que si estaba seguro es que buscaría la forma de que ella sonria desde el fondo de su corazón.
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