No llamaba demasiado la atención. Al menos no por las razones correctas. Caminaba entre los pasillos del supermercado con la naturalidad de quien lo ha hecho mil veces, pero había algo en ella —en su forma de observar los productos, en la precisión de sus dedos al elegir— que revelaba otra intención.
No llamaba demasiado la atención. Al menos no por las razones correctas. Caminaba entre los pasillos del supermercado con la naturalidad de quien lo ha hecho mil veces, pero había algo en ella —en su forma de observar los productos, en la precisión de sus dedos al elegir— que revelaba otra intención.
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