-////-

La lluvia cayó cerca de la casa, se refugió bajo las sábanas y donde el calor del cobijo no faltara, miró todo el día la lluvia pacífica, lo escuchó atentamente componiendo una nueva canción que todavía no veía final. El sueño ya le estaba nublando la vista, pero anhelaba terminarla antes de quedar dormida.

Entre las gotas caer, escuchar que pensaban en ella, hizo que recordara por un breve instante lo que su primo Asclepius le había dicho en la tarde, no recordaba la frase tal para cual pero si entendió algo como:

"Humanidad."

Sabía que era con referencia a lo que ella ofrecía inconscientemente e incondicional, pero, no recordaba la frase específica y aquello la frustraba.

«Todavía no dormiré, hasta acabar con la canción, pero si... Te he escuchado, y no sabes cuán feliz he sido hoy... ¡En tu honor de dicha, me he comido tres tarros de helado de pistacho!» como un susurro secretoso, aunque no tuviera nada de secreto, se escucharon suavemente de igual forma sus risitas de diversión.

Sabía que él escucharía su voz, y su mensaje, no hacía falta mencionarlo, hoy todavía no, ni mucho menos porque aun no estaba del todo dormida. Aunque el cansancio se notase bajo sus párpados y sus ojos ardieran con deseo de obtener el descanso merecido.
-////- La lluvia cayó cerca de la casa, se refugió bajo las sábanas y donde el calor del cobijo no faltara, miró todo el día la lluvia pacífica, lo escuchó atentamente componiendo una nueva canción que todavía no veía final. El sueño ya le estaba nublando la vista, pero anhelaba terminarla antes de quedar dormida. Entre las gotas caer, escuchar que pensaban en ella, hizo que recordara por un breve instante lo que su primo Asclepius le había dicho en la tarde, no recordaba la frase tal para cual pero si entendió algo como: "Humanidad." Sabía que era con referencia a lo que ella ofrecía inconscientemente e incondicional, pero, no recordaba la frase específica y aquello la frustraba. «Todavía no dormiré, hasta acabar con la canción, pero si... Te he escuchado, y no sabes cuán feliz he sido hoy... ¡En tu honor de dicha, me he comido tres tarros de helado de pistacho!» como un susurro secretoso, aunque no tuviera nada de secreto, se escucharon suavemente de igual forma sus risitas de diversión. Sabía que él escucharía su voz, y su mensaje, no hacía falta mencionarlo, hoy todavía no, ni mucho menos porque aun no estaba del todo dormida. Aunque el cansancio se notase bajo sus párpados y sus ojos ardieran con deseo de obtener el descanso merecido.
Me gusta
Me encocora
3
0 turnos 0 maullidos
Patrocinados
Patrocinados