—No hay marcha atrás ahora, los relojes ya están en circulación —el suyo propio observó, en la cima de un montón de ropa en el suelo.
—Bien...vamos a jugar a cambiar el mundo.
—Bien...vamos a jugar a cambiar el mundo.
—No hay marcha atrás ahora, los relojes ya están en circulación —el suyo propio observó, en la cima de un montón de ropa en el suelo.
—Bien...vamos a jugar a cambiar el mundo.

