Tenlo en cuenta al responder.
Y aunque sus sueño, descanso haya sido hermoso. Eso no evitó que la voz de su tía Hestia consiguiera el dolor de jaqueca al recibir varios murmullos nuevos, se hizo bolita con dolor de cabeza hacia su pareja. Cubriéndose sus orejas, como si aquello fuera a expulsar las suplicas, sus ojos y cabeza no daban para ello. Se volvió a ocultar del sol, en el dormido y solida compañía de su pareja. Ocultandose por mas tiempo dle mundo hasta conseguir que su cabeza dejara de doler.
—Silencio... Paz... Blanco... Silencio...paz...blanco... —susurraba en suplica para que su mente la envolviera en su escudo mental, en su paz y esta consiguiera por favor, no escuchar suplicas.
Ignorar no era suficiente. Limitar no era suficiente.
Y así, pensó dormida: «¿Puedes... Puedes espantarla... Por favor? Quiero dormir... Hasta que se me pase el dolor ..»suplicó espiritualmente, esperando que él la escuchara.
—Silencio... Paz... Blanco... Silencio...paz...blanco... —susurraba en suplica para que su mente la envolviera en su escudo mental, en su paz y esta consiguiera por favor, no escuchar suplicas.
Ignorar no era suficiente. Limitar no era suficiente.
Y así, pensó dormida: «¿Puedes... Puedes espantarla... Por favor? Quiero dormir... Hasta que se me pase el dolor ..»suplicó espiritualmente, esperando que él la escuchara.
Y aunque sus sueño, descanso haya sido hermoso. Eso no evitó que la voz de su tía Hestia consiguiera el dolor de jaqueca al recibir varios murmullos nuevos, se hizo bolita con dolor de cabeza hacia su pareja. Cubriéndose sus orejas, como si aquello fuera a expulsar las suplicas, sus ojos y cabeza no daban para ello. Se volvió a ocultar del sol, en el dormido y solida compañía de su pareja. Ocultandose por mas tiempo dle mundo hasta conseguir que su cabeza dejara de doler.
—Silencio... Paz... Blanco... Silencio...paz...blanco... —susurraba en suplica para que su mente la envolviera en su escudo mental, en su paz y esta consiguiera por favor, no escuchar suplicas.
Ignorar no era suficiente. Limitar no era suficiente.
Y así, pensó dormida: «¿Puedes... Puedes espantarla... Por favor? Quiero dormir... Hasta que se me pase el dolor ..»suplicó espiritualmente, esperando que él la escuchara.

