En tiempos de guerra hay que ser fuerte físicamente, pero sobretodo mentalmente. Este era el caso de Hinata Hyuga.
Durante la guerra había perdido a miembros de su clan, y lo más valioso que le quedaba en el mundo, a su primo mayor Neji Hyuga. Aún así, se mantenía con la mente limpia, sin dejarse llevar por el dolor y la furia. Sabía que su primo estaría orgulloso de ella por pensar con claridad y no dejarse cegar por la venganza o ira.
—Neji-niisan...—murmuraba su nombre con tristeza.
Durante la guerra había perdido a miembros de su clan, y lo más valioso que le quedaba en el mundo, a su primo mayor Neji Hyuga. Aún así, se mantenía con la mente limpia, sin dejarse llevar por el dolor y la furia. Sabía que su primo estaría orgulloso de ella por pensar con claridad y no dejarse cegar por la venganza o ira.
—Neji-niisan...—murmuraba su nombre con tristeza.
En tiempos de guerra hay que ser fuerte físicamente, pero sobretodo mentalmente. Este era el caso de Hinata Hyuga.
Durante la guerra había perdido a miembros de su clan, y lo más valioso que le quedaba en el mundo, a su primo mayor Neji Hyuga. Aún así, se mantenía con la mente limpia, sin dejarse llevar por el dolor y la furia. Sabía que su primo estaría orgulloso de ella por pensar con claridad y no dejarse cegar por la venganza o ira.
—Neji-niisan...—murmuraba su nombre con tristeza.
