Recordando un momento con su padre.
— ¿Amar? Los dioses no amamos... “Jamás podrás amar sin traer olvido. Tus manos son las del descanso eterno, y tu beso no despierta, sino que sella.”—aseguró Hipnos, Dios del sueño, para si mismo.
Morfeo, reconoció el regaño de su padre.
— Morfeo, tu don, aunque sea bello, solo es una ilusión, como lo es a aquello que llamas amor. —
— ¿Amar? Los dioses no amamos... “Jamás podrás amar sin traer olvido. Tus manos son las del descanso eterno, y tu beso no despierta, sino que sella.”—aseguró Hipnos, Dios del sueño, para si mismo.
Morfeo, reconoció el regaño de su padre.
— Morfeo, tu don, aunque sea bello, solo es una ilusión, como lo es a aquello que llamas amor. —
Recordando un momento con su padre.
— ¿Amar? Los dioses no amamos... “Jamás podrás amar sin traer olvido. Tus manos son las del descanso eterno, y tu beso no despierta, sino que sella.”—aseguró Hipnos, Dios del sueño, para si mismo.
Morfeo, reconoció el regaño de su padre.
— Morfeo, tu don, aunque sea bello, solo es una ilusión, como lo es a aquello que llamas amor. —

