— Escúchame bien, hay cosas de las que no se deben hablar. Pero creo que tú pequeño cerebro de cavernícola va muy bien con las anécdotas que se sobre ti, Gabriel. ¿Te sorprende que tan bien informado me encuentro?. Es un mal necesario, podrías engañar al mundo con tus cuentos sobre fidelidad y respeto, pero te recuerdo que eres tú quien falló desde el momento en que tu patética cosa que cuelga pensó por ti. No me vengas con que puedes pagarme, se que es así. Pero incluso una basura inmunda como yo tiene su propia ética, tu dinero sucio no puede comprarme. Soy un hombre de palabra y aunque soy un idiota con principios de dudosa moral, no me ando con rodeos fingiendo algo que no soy. Ahora, la puerta está abierta, lárgate de mi consultorio o yo mismo te echaré a patadas. Shuu, vete, me espantas a los clientes.—
Kyo en un día cualquiera.
Kyo en un día cualquiera.
— Escúchame bien, hay cosas de las que no se deben hablar. Pero creo que tú pequeño cerebro de cavernícola va muy bien con las anécdotas que se sobre ti, Gabriel. ¿Te sorprende que tan bien informado me encuentro?. Es un mal necesario, podrías engañar al mundo con tus cuentos sobre fidelidad y respeto, pero te recuerdo que eres tú quien falló desde el momento en que tu patética cosa que cuelga pensó por ti. No me vengas con que puedes pagarme, se que es así. Pero incluso una basura inmunda como yo tiene su propia ética, tu dinero sucio no puede comprarme. Soy un hombre de palabra y aunque soy un idiota con principios de dudosa moral, no me ando con rodeos fingiendo algo que no soy. Ahora, la puerta está abierta, lárgate de mi consultorio o yo mismo te echaré a patadas. Shuu, vete, me espantas a los clientes.—
Kyo en un día cualquiera.


