Finalmente comenzaron las náuseas y, a menos que su cena le haya caído terrible al estómago, era el signo de que ya estaba empezando la gestación de su bebé.

La ilusión se vio opacada con los ascos cuando tuvo que correr al baño y pasar horas ahí encerrado, sufriendo de arcadas constantes.

—Agh... mi parte menos favorita...
Finalmente comenzaron las náuseas y, a menos que su cena le haya caído terrible al estómago, era el signo de que ya estaba empezando la gestación de su bebé. La ilusión se vio opacada con los ascos cuando tuvo que correr al baño y pasar horas ahí encerrado, sufriendo de arcadas constantes. —Agh... mi parte menos favorita...
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