El prototipo surcaba la autopista como una bala envuelta en sombra, su motocicleta rugía con un eco sintético, fusionando el motor con un zumbido de núcleo energético. Los faros traseros de los autos apenas eran destellos que rebotaban en su visor mientras los esquivaba con una precisión quirúrgica, inclinando su cuerpo en maniobras imposibles, como si leyera la trayectoria del tráfico antes de que ocurriera. El viento golpeaba su armadura con furia, pero él no sentía el frío ni el miedo

'solo una extraña sensación de paz'.