Terminé de desayunar y, ya con el estómago lleno, me di cuenta de que era extraño que Ameria aún no hubiera aparecido.
Abandoné el comedor de la posada en la que estábamos hospedados y me dirigí a la habitación de Ameria.
—Ameria, soy yo, Reena. ¿Puedo pasar?
Pregunté después de tocar un par de veces la puerta con mis nudillos.
Ameria
Abandoné el comedor de la posada en la que estábamos hospedados y me dirigí a la habitación de Ameria.
—Ameria, soy yo, Reena. ¿Puedo pasar?
Pregunté después de tocar un par de veces la puerta con mis nudillos.
Ameria
Terminé de desayunar y, ya con el estómago lleno, me di cuenta de que era extraño que Ameria aún no hubiera aparecido.
Abandoné el comedor de la posada en la que estábamos hospedados y me dirigí a la habitación de Ameria.
—Ameria, soy yo, Reena. ¿Puedo pasar?
Pregunté después de tocar un par de veces la puerta con mis nudillos.
[Ameria]
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