—Es hora de trabajar.
Sonrió dulcemente mientras se sentaba. La aventura de su falda dejaba ver la pálida piel de su pierna.
Sonrió dulcemente mientras se sentaba. La aventura de su falda dejaba ver la pálida piel de su pierna.
—Es hora de trabajar.
Sonrió dulcemente mientras se sentaba. La aventura de su falda dejaba ver la pálida piel de su pierna.


