- Espero no me extrañen mucho...

*Fueron mis palabras mientras terminaba de guardar el último abrigo en el bolso de viaje. Después de varios retrasos (uno bastante vergonzoso que incluyó alcohol y una declaración de amor que no fue correspondida), por fin iniciaria mi viaje al norte ¿El objetivo? Conseguir Mithirl, un material necesario para reparar mi espada.*

- Debería dejar un mensaje por las dudas - Nuevamente me hablé a mi mismo, mirando a la ventana y lancé un suspiro, acompañado de una sonrisa - Creo que ella se enfadaría si parto sin aviso, en especial después que dije que la acompañaría.

*Hablaba de Hebe, la pequeña juventud del Olimpo, a quien por esa misma ventana solía ver correr de aquí para allá organizando eventos, ahora con un tigre(cosas raras del Olimpo). La imagen me hizo sonreir, incluso flaqueé un poco en mi determinación pero me negué: Debía ser egoísta al menos por unos días. Con eso en mente, haciendo que a mi maleta la cargue y cubra el viento, tomé mi espada, maltrecha por batallas anteriores, para salir de mi habitación hacia el salón principal, donde deje un mensaje a la diosa de la noche.*

"Querida familia del Olimpo, me iré dos días al norte, ni uno más, ni uno menos. Esperadme, si tienen algun mensaje que dar, Febo o la miama noche os ayudaran.

Hermes"

*Dejado el mensaje a la bella noche, sonreí con calma y partí del Olimpo, habiendo ya hecho mi sacrificio a Hestia para la buena ventura de la familia, mientras Febo asomaba sus rayos. Me despedí con un discreto saludo, encarando al frio norte.*
- Espero no me extrañen mucho... *Fueron mis palabras mientras terminaba de guardar el último abrigo en el bolso de viaje. Después de varios retrasos (uno bastante vergonzoso que incluyó alcohol y una declaración de amor que no fue correspondida), por fin iniciaria mi viaje al norte ¿El objetivo? Conseguir Mithirl, un material necesario para reparar mi espada.* - Debería dejar un mensaje por las dudas - Nuevamente me hablé a mi mismo, mirando a la ventana y lancé un suspiro, acompañado de una sonrisa - Creo que ella se enfadaría si parto sin aviso, en especial después que dije que la acompañaría. *Hablaba de Hebe, la pequeña juventud del Olimpo, a quien por esa misma ventana solía ver correr de aquí para allá organizando eventos, ahora con un tigre(cosas raras del Olimpo). La imagen me hizo sonreir, incluso flaqueé un poco en mi determinación pero me negué: Debía ser egoísta al menos por unos días. Con eso en mente, haciendo que a mi maleta la cargue y cubra el viento, tomé mi espada, maltrecha por batallas anteriores, para salir de mi habitación hacia el salón principal, donde deje un mensaje a la diosa de la noche.* "Querida familia del Olimpo, me iré dos días al norte, ni uno más, ni uno menos. Esperadme, si tienen algun mensaje que dar, Febo o la miama noche os ayudaran. Hermes" *Dejado el mensaje a la bella noche, sonreí con calma y partí del Olimpo, habiendo ya hecho mi sacrificio a Hestia para la buena ventura de la familia, mientras Febo asomaba sus rayos. Me despedí con un discreto saludo, encarando al frio norte.*
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