❝ Te recuerdo,
y el eco de tu nombre
se quiebra en mi garganta
como un susurro que el viento devora.
Lo que fuimos arde en mi pecho,
un incendio de sombras y cenizas,
una llama que no calienta,
que solo consume.
El agua en mis ojos
se desliza en vano,
no basta, no alcanza
para que mi corazón vuelva a florecer.
Marchito y seco,
como un jardín olvidado,
hojas que caen y nunca regresan,
late aún, cansado, sin ritmo,
esperando,
ansiando el final
como la tierra agrietada
espera la lluvia que nunca llega. ❞
y el eco de tu nombre
se quiebra en mi garganta
como un susurro que el viento devora.
Lo que fuimos arde en mi pecho,
un incendio de sombras y cenizas,
una llama que no calienta,
que solo consume.
El agua en mis ojos
se desliza en vano,
no basta, no alcanza
para que mi corazón vuelva a florecer.
Marchito y seco,
como un jardín olvidado,
hojas que caen y nunca regresan,
late aún, cansado, sin ritmo,
esperando,
ansiando el final
como la tierra agrietada
espera la lluvia que nunca llega. ❞
❝ Te recuerdo,
y el eco de tu nombre
se quiebra en mi garganta
como un susurro que el viento devora.
Lo que fuimos arde en mi pecho,
un incendio de sombras y cenizas,
una llama que no calienta,
que solo consume.
El agua en mis ojos
se desliza en vano,
no basta, no alcanza
para que mi corazón vuelva a florecer.
Marchito y seco,
como un jardín olvidado,
hojas que caen y nunca regresan,
late aún, cansado, sin ritmo,
esperando,
ansiando el final
como la tierra agrietada
espera la lluvia que nunca llega. ❞

