-Se encontraba en el bosque del lado humano, paseando como usualmente lo hace hasta que encontró unas flores en el camino que le recordaron lo que vio hoy...-

Porqué gustan tanto de arrancar flores y darlas a otros? Es una especie de ritual acaso? Debería yo darles flores? No lo sé. Pero verlos tan felices al recibirlas me hace pensar en que todos deberían tener almenos una. Es una desgracia ya que al hacerlo las flores del mundo se acabarían...
Debería hacer más para evitar esto? Es demasiado trabajo, pero si algo tan pequeño puede causar tanta felicidad en otros.. Tak vez no sea tan malo...

-Todo esto pasaba por su mente al incarse ante un pequeño campo de flores, tomando algunas entre sus delicadas manos para apreciarlas. El solo hecho de tocarlas hacía que estas brillaran más, que estuvieran incluso más vivas que cuando seguían unidas al suelo y a sus raices. Su poder creando una luz tenue alrededor de él mientras las flores crecían lentamente, como si fueran felices solo por ser apreciadas por un ser como él.-