En un rincón del comedor de la escuela de Basgiath, por fin termino mi talla de dragón. Una sonrisa de satisfacción y orgullo se impregna en mis labios, mostrando uno de mis hoyuelos. Alzo la vista hacia el ajetreado comedor, viendo los jinetes terminar de comer, con ansia por más aventuras. Y vuelvo a sonreír. Ellos también son mi orgullo. Mi familia.
En un rincón del comedor de la escuela de Basgiath, por fin termino mi talla de dragón. Una sonrisa de satisfacción y orgullo se impregna en mis labios, mostrando uno de mis hoyuelos. Alzo la vista hacia el ajetreado comedor, viendo los jinetes terminar de comer, con ansia por más aventuras. Y vuelvo a sonreír. Ellos también son mi orgullo. Mi familia.
0
turnos
0
maullidos
386 vistas