—Mi tiempo aún no ha llegado, amiga mía.-
Espetó con familiaridad, su tono denotaba una rutina constante y acosante en mayor medida.
—Pronto, solo eso puedo decir. Cuando sea el momento te recibiré como una vieja amistad bien apreciada.-
Y así, el esqueleto crepitante se alejó entonando una pieza músical antinatural que, cualquier ser vivo sentiría su alma desprenderse de su carne por la fuerza.
Espetó con familiaridad, su tono denotaba una rutina constante y acosante en mayor medida.
—Pronto, solo eso puedo decir. Cuando sea el momento te recibiré como una vieja amistad bien apreciada.-
Y así, el esqueleto crepitante se alejó entonando una pieza músical antinatural que, cualquier ser vivo sentiría su alma desprenderse de su carne por la fuerza.
—Mi tiempo aún no ha llegado, amiga mía.-
Espetó con familiaridad, su tono denotaba una rutina constante y acosante en mayor medida.
—Pronto, solo eso puedo decir. Cuando sea el momento te recibiré como una vieja amistad bien apreciada.-
Y así, el esqueleto crepitante se alejó entonando una pieza músical antinatural que, cualquier ser vivo sentiría su alma desprenderse de su carne por la fuerza.
