Una noche, mientras Alek caminaba de regreso a su casa después de una reunión con amigos, notó que lo seguían. Al principio, pensó que era su imaginación, pero pronto se dio cuenta de que un grupo de personas lo acechaban. Alek intentó acelerar el paso, pero antes de que pudiera reaccionar, uno de los individuos se acercó y le apuntó con una pistola.

En un momento que pareció congelarse en el tiempo, Alek vio cómo el arma se disparaba. Sintió un dolor intenso en el abdomen , cayendo al suelo. Mientras yacía allí, escuchó a sus atacantes huir en la oscuridad, dejándolo solo y herido.

Alek logró arrastrarse hasta quedar recargado en una pared, quedándose justo en el suelo.