ESCÁPATE CONMIGO
Había pasado los dos últimos días sin prestar atención a la mitad de las clases. Su mente a veces pecaba de hiperactiva y no podía evitar tener hiperfijaciones cuando se obsesionaba con algo, y después de haber pasado un San Valentín bastante raso a causa de los estudios y el trabajo, quería darle una sorpresa a su chica.
Cuando el Andromeda se vaciaba o estaba tan tranquilo que podía llevarlo su compañero a solas, podía permitirse salir a tomar el aire. Era cuando aprovechaba para buscar el lugar idóneo para hacer una escapada romántica y así celebrar San Valentín en condiciones, como Mallory se lo merecía.
No fue algo difícil, estaba acostumbrada a buscar lugares de ensueño desde que era pequeña. Sin mucho esfuerzo, encontró un bungalow escondido en la montaña, en una zona tranquila y con vistas a plena naturaleza. Nadie les molestaría, y se congratulaba de tener parte del techo de cristal para poder ver las estrellas por la noche. Reservó para un fin de semana.
—Espero que no tengas nada que hacer el próximo fin de semana, cariño —había estado conteniendo las ganas de la sorpresa durante toda el día, pero ya no podía más. Mientras preparaban la cena, con los platos listos y a punto de cenar, Irene sacó un sobre de su bolsillo y se lo extendió a Mallory sobre la mesa—. Prepara las maletas. Nos vamos de escapada.
Había pasado los dos últimos días sin prestar atención a la mitad de las clases. Su mente a veces pecaba de hiperactiva y no podía evitar tener hiperfijaciones cuando se obsesionaba con algo, y después de haber pasado un San Valentín bastante raso a causa de los estudios y el trabajo, quería darle una sorpresa a su chica.
Cuando el Andromeda se vaciaba o estaba tan tranquilo que podía llevarlo su compañero a solas, podía permitirse salir a tomar el aire. Era cuando aprovechaba para buscar el lugar idóneo para hacer una escapada romántica y así celebrar San Valentín en condiciones, como Mallory se lo merecía.
No fue algo difícil, estaba acostumbrada a buscar lugares de ensueño desde que era pequeña. Sin mucho esfuerzo, encontró un bungalow escondido en la montaña, en una zona tranquila y con vistas a plena naturaleza. Nadie les molestaría, y se congratulaba de tener parte del techo de cristal para poder ver las estrellas por la noche. Reservó para un fin de semana.
—Espero que no tengas nada que hacer el próximo fin de semana, cariño —había estado conteniendo las ganas de la sorpresa durante toda el día, pero ya no podía más. Mientras preparaban la cena, con los platos listos y a punto de cenar, Irene sacó un sobre de su bolsillo y se lo extendió a Mallory sobre la mesa—. Prepara las maletas. Nos vamos de escapada.
Tipo
Individual
Líneas
Cualquier línea
Estado
Disponible
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