Wei Wuxian abre los ojos lentamente, disfrutando del calor de las mantas y del suave murmullo matutino. Con una sonrisa satisfecha, se estira y, sin pensarlo mucho, rueda fuera de la cama… olvidando por completo que anoche decidió dormir en el techo. Un segundo después, hay un golpe sordo, seguido de un quejido lastimero. Mientras yace en el suelo mirando el cielo, se pregunta en qué momento de su vida empezó a tomar tan malas decisiones.

Wei Wuxian abre los ojos lentamente, disfrutando del calor de las mantas y del suave murmullo matutino. Con una sonrisa satisfecha, se estira y, sin pensarlo mucho, rueda fuera de la cama… olvidando por completo que anoche decidió dormir en el techo. Un segundo después, hay un golpe sordo, seguido de un quejido lastimero. Mientras yace en el suelo mirando el cielo, se pregunta en qué momento de su vida empezó a tomar tan malas decisiones.
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