El gua tocaba la pálida piel de Hanako, el trabajo le acortaba la vida social, la tarde amenazaba con caer, pero eso no le importo, era su momento y donde quería estar.

—Haré lo posible para venir más seguido, lo prometo.

El gua tocaba la pálida piel de Hanako, el trabajo le acortaba la vida social, la tarde amenazaba con caer, pero eso no le importo, era su momento y donde quería estar. —Haré lo posible para venir más seguido, lo prometo.
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