❛ Ꭺl caer el sol, tiñendo el cielo de anaranjados y rosados, Jihoon llegó a casa con la espalda tensa y la mente aún dando vueltas a todo lo pendiente en su trabajo. Sin embargo, al ver a su hija pequeña correr hacia él con una sonrisa que iluminaba su rostro, todo el cansancio se desvaneció como por arte de magia. Se agachó para recibirla en sus brazos, apretándola fuerte y levantándola en el aire, provocando risas que llenaban su hogar de una calidez imposible de encontrar en otro lugar.
❛ Ꭲras darle de cenar y disfrutar de un rato de juegos, vio cómo la niña caía rendida en el sueño, abrazando su peluche favorito. Con una sonrisa tranquila, acomodó las mantas sobre su hija antes de apagar suavemente la luz en su habitación, ah~ finalmente sentía que el estrés se iba de su cuerpo solo para dejarlo con esa linda sensación de cariño.

❛ Ꭺl regresar a la sala, encendió la computadora, decidido a revisar rápidamente su correo antes de poner fin al día. Mientras la pantalla cargaba, se preparó una taza de café, dejando que su aroma relajante invadiera el aire. Se acomodó en su silla, sorbiendo lentamente el té mientras pasaba de un correo a otro.
Ahí fue cuando uno de los mensajes le llamó la atención. Era de un compañero de trabajo, hablando de una historia que tal vez podría ser interesante. Jihoon entrecerró los ojos y ajustó sus lentes mientras leía sobre un extraño rumor: un vampiro rondando las afueras de la ciudad.

❛ Ꭺl principio, la idea le pareció absurda, una simple broma. Pero conforme leía más detalles, comenzó a sentir una punzada de curiosidad. La descripción era demasiado precisa: una figura aterradora, con colmillos afilados, ojos inusuales y cabello rojizo.
Había escuchado historias aún más raras en el pasado, algo en este rumor lo hacía sentirse inquieto. Tal vez era la forma en que estaba narrada, o quizás el hecho de que más de una persona afirmaba que ese tipo era un vampiro. Se quedó pensativo, tamborileando los dedos sobre el escritorio.

❛ Ꭺl final, no pudo ignorar la curiosidad que lo invadía. Tomó su cámara y su viejo cuaderno de notas, el mismo que le acompañaba desde sus primeros días como periodista. Tal vez era una locura, pero si no encontraba nada, al menos tendría una historia entretenida para contar. Así que, sin pensarlo demasiado, tomó un taxi hacia la finca donde se había visto al supuesto vampiro. Mientras el taxi avanzaba, observaba por la ventana cómo las luces de la ciudad se iban apagando, adentrándose en las afueras.

❛ Ꭺl llegar, la finca se alzaba ante él, con una atmósfera que lo hizo dudar por un momento de sus decisiones. A pesar de todo, no pudo evitar sonreír ante la absurda posibilidad de que todo fuera una broma de un fanático del cosplay.
Con su cámara y cuaderno en mano, se acercó a la entrada, pensando en qué excusa podría dar si alguien le abría la puerta. ¿Quién en su sano juicio llamaría a la puerta de un desconocido solo para preguntar si era un vampiro?
❛ Ꭺdelante de la puerta, respiró hondo, acomodó su cabello y ensayó una sonrisa confiada antes de golpear suavemente.
—¿Hola? ¿Hay alguien en casa? —preguntó con voz amable, mientras su mente trataba de hallar una excusa creíble.
Se preguntaba si realmente encontraría un vampiro o solo a alguien con una imaginación demasiado activa. Lo único que tenía claro era que no se iría hasta descubrir la verdad detrás de aquel extraño rumor... ¡Qué horrible era tener una personalidad tan chusma como la de una mujer de 50 años!
❛ Ꭺl caer el sol, tiñendo el cielo de anaranjados y rosados, Jihoon llegó a casa con la espalda tensa y la mente aún dando vueltas a todo lo pendiente en su trabajo. Sin embargo, al ver a su hija pequeña correr hacia él con una sonrisa que iluminaba su rostro, todo el cansancio se desvaneció como por arte de magia. Se agachó para recibirla en sus brazos, apretándola fuerte y levantándola en el aire, provocando risas que llenaban su hogar de una calidez imposible de encontrar en otro lugar. ❛ Ꭲras darle de cenar y disfrutar de un rato de juegos, vio cómo la niña caía rendida en el sueño, abrazando su peluche favorito. Con una sonrisa tranquila, acomodó las mantas sobre su hija antes de apagar suavemente la luz en su habitación, ah~ finalmente sentía que el estrés se iba de su cuerpo solo para dejarlo con esa linda sensación de cariño. ❛ Ꭺl regresar a la sala, encendió la computadora, decidido a revisar rápidamente su correo antes de poner fin al día. Mientras la pantalla cargaba, se preparó una taza de café, dejando que su aroma relajante invadiera el aire. Se acomodó en su silla, sorbiendo lentamente el té mientras pasaba de un correo a otro. Ahí fue cuando uno de los mensajes le llamó la atención. Era de un compañero de trabajo, hablando de una historia que tal vez podría ser interesante. Jihoon entrecerró los ojos y ajustó sus lentes mientras leía sobre un extraño rumor: un vampiro rondando las afueras de la ciudad. ❛ Ꭺl principio, la idea le pareció absurda, una simple broma. Pero conforme leía más detalles, comenzó a sentir una punzada de curiosidad. La descripción era demasiado precisa: una figura aterradora, con colmillos afilados, ojos inusuales y cabello rojizo. Había escuchado historias aún más raras en el pasado, algo en este rumor lo hacía sentirse inquieto. Tal vez era la forma en que estaba narrada, o quizás el hecho de que más de una persona afirmaba que ese tipo era un vampiro. Se quedó pensativo, tamborileando los dedos sobre el escritorio. ❛ Ꭺl final, no pudo ignorar la curiosidad que lo invadía. Tomó su cámara y su viejo cuaderno de notas, el mismo que le acompañaba desde sus primeros días como periodista. Tal vez era una locura, pero si no encontraba nada, al menos tendría una historia entretenida para contar. Así que, sin pensarlo demasiado, tomó un taxi hacia la finca donde se había visto al supuesto vampiro. Mientras el taxi avanzaba, observaba por la ventana cómo las luces de la ciudad se iban apagando, adentrándose en las afueras. ❛ Ꭺl llegar, la finca se alzaba ante él, con una atmósfera que lo hizo dudar por un momento de sus decisiones. A pesar de todo, no pudo evitar sonreír ante la absurda posibilidad de que todo fuera una broma de un fanático del cosplay. Con su cámara y cuaderno en mano, se acercó a la entrada, pensando en qué excusa podría dar si alguien le abría la puerta. ¿Quién en su sano juicio llamaría a la puerta de un desconocido solo para preguntar si era un vampiro? ❛ Ꭺdelante de la puerta, respiró hondo, acomodó su cabello y ensayó una sonrisa confiada antes de golpear suavemente. —¿Hola? ¿Hay alguien en casa? —preguntó con voz amable, mientras su mente trataba de hallar una excusa creíble. Se preguntaba si realmente encontraría un vampiro o solo a alguien con una imaginación demasiado activa. Lo único que tenía claro era que no se iría hasta descubrir la verdad detrás de aquel extraño rumor... ¡Qué horrible era tener una personalidad tan chusma como la de una mujer de 50 años!
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