-Sun Wukong nació de una piedra mítica del Monte Huaguo, la Montaña de las Flores y Frutas. La piedra tomó la forma de un híbrido mitad hombre y mitad mono (Espiritu Mono), creado a partir de la esencia del cielo y de la tierra, concebido por el sol y la luna, siendo la creación misma del cielo y de la tierra. Después de unirse a un clan de monos, lo llamaron Mono Piedra, este se ganó su respeto por el descubrimiento de la Cueva Cortina de Agua, detrás de una gran cascada; donde el clan hizo su nuevo hogar. Los otros monos lo nombraron como su rey, dandole el título "El apuesto Rey Mono". No obstante, su mejor amigo ya viejo, una tarde se desplomo muerto en el risco de una montaña, pronto se dió cuenta que el también con el tiempo iba a morir, de que a pesar de su poder sobre los monos, era un simple mortal. Decidido a encontrar la inmortalidad, viajó en una balsa a tierras civilizadas, al mundo de los humanos en la búsqueda del inmortal maestro taoísta, Subhuti, inicialmente estaba reacio a ilustrarlo porque no era humano; pero la insistencia del mono impresionó al maestro, aceptandolo cómo su discipulo.-
-Sun Wukong nació de una piedra mítica del Monte Huaguo, la Montaña de las Flores y Frutas. La piedra tomó la forma de un híbrido mitad hombre y mitad mono (Espiritu Mono), creado a partir de la esencia del cielo y de la tierra, concebido por el sol y la luna, siendo la creación misma del cielo y de la tierra. Después de unirse a un clan de monos, lo llamaron Mono Piedra, este se ganó su respeto por el descubrimiento de la Cueva Cortina de Agua, detrás de una gran cascada; donde el clan hizo su nuevo hogar. Los otros monos lo nombraron como su rey, dandole el título "El apuesto Rey Mono". No obstante, su mejor amigo ya viejo, una tarde se desplomo muerto en el risco de una montaña, pronto se dió cuenta que el también con el tiempo iba a morir, de que a pesar de su poder sobre los monos, era un simple mortal. Decidido a encontrar la inmortalidad, viajó en una balsa a tierras civilizadas, al mundo de los humanos en la búsqueda del inmortal maestro taoísta, Subhuti, inicialmente estaba reacio a ilustrarlo porque no era humano; pero la insistencia del mono impresionó al maestro, aceptandolo cómo su discipulo.-
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