Dalia.

Más que nada, espero que esta carta te encuentre bien y con una sonrisa en el rostro.

Quiero empezar diciéndote lo mucho que te aprecio y valoro. No sé en qué momento te has convertido en una de las personas más valiosas que me rodean.

Desde que la vida te puso en mi camino, mis heridas sanaron una a una, mis días se tintaron de colores y la felicidad regresó a mí. Aunque a veces no lo demuestre como tal.

No soy bueno escribiendo cartas, pero quería dejarte un pequeño obsequio para que, cuando te sientas poca cosa, recuerdes que, lo importante que puedes ser para alguien.

A lo mejor no es una carta de amor. Pero si algo es más grandioso que eso, es que puedes hacer brillar la vida de alguien que, la tiene en penumbras.

Con amor, Alek.

P.D. La carta se escuchaba mejor en mi mente.