Alejandro Miller
[ROL PRIVADO]
Finalmente había terminado su jornada laboral, por suerte ese día no tenía que trabajar en la cafetería por lo cual decidió ir a comer algo en la calle. Llevaba unos días desde que su bebé le pedia comer fideos de pasta de frijoles negros. Caminó por unas cuantas cuadras hasta llegar al restaurante, pidió su comida, esperó unos cuantos minutos y cuando finalmente estuvo lista fue que empezó a caminar con dirección hacia su hotel. Se sentía muy emocionado de poder comer sus fideos, estaba que moría de hambre pues ahora se encontraba comiendo para dos. Estando a unas cuadras de llegar hacia su hotel, sintió como le jalaban de la camisa, arrastrandolo hacia el interior de un callejón donde le pusieron contra la pared. El cielo estaba oscureciendo pero aun asi habia logrado ver la cara de los responsables, aquellos rostro de los que nunca se olvidaría. Eran de los tantos matones que en el pasado le cobraban el dinero que debía, los que lo golpeaban y destruian su hogar en busca de “cobrarse” lo que les debía. Su rostro mostraba un enorme miedo y confusión, no entendía porqué es que habían vuelto a buscarle. Tenia entendido que su ex-pareja le había hecho el favor de pagar sus deudas para que no les volvieran a molestar pero…que era lo que querían ahora?
-Q…Que es lo que están haciendo?? Qué más quieren de mi?? - Intentó removerse, queriendo que le soltaran pues empezaba a asustarse. En el pasado posiblemente les hubiera peleado, pero ahora que esperaba un bebé, en lo único que podía pensar era en que nada le fuera a pasar.
X: Queremos saber cómo es que conseguiste todo ese dinero para pagar, estabas que te ahogabas en deudas y de la nada pudiste pagarlo todo? Acaso te ganaste la lotería? O te conseguiste una minita de oro?
-Que?! No es así…tuve que pedir un préstamo a alguien más, justo como ustedes lo dijeron…yo solo, no hubiera podido pagar todo. Ya les dije lo que querían, ahora déjenme ir!!
Forcejeo un poco y pronto se encontraba en el suelo, inmediatamente se colocó en posición fetal, asegurándose de proteger a toda costa su vientre. Esperaba ser golpeado pero no fue así. En cambio, sintió como un líquido caliente empezaba a quemar sus piernas y brazos. El olor a la salsa de pasta de frijoles negros se exparcia por todo el lugar y el rubio no pudo evitar quejarse un poco, con sus manos intentaba sacar la salsa de sus prendas para evitar que le siguiera quemando.
X: Esta es una advertencia…queremos que nos entregues 7 millones de wones al final de esta semana, ya sabes que pasara si no lo haces. No puedes huir de nosotros, siempre terminaremos encontrandote Kim Eun-woo
Aquellos hombres solo se dedicaron a escupirle y se largaron del lugar. Se levantó con mucho cuidado del suelo, su mano posicionada sobre su vientre. Empezaba a sentir alivio en su piel cuando la brisa chocaba contra su cuerpo, enfriando aquella salsa que había sido lanzada sobre él. Miro al suelo por unos segundos, las lágrimas empezaron a resbalar por sus mejillas mientras se preguntaba qué era lo que haría ahora. No tenía a nadie que pudiera hacerle ese préstamo y la única persona que se cruzó por su mente había sido Miller. Empezó a caminar perdido en sus pensamientos, su mente se quedó en blanco por un buen rato y cuando menos se dio cuenta, se encontraba en frente del edificio en el que una vez vivió junto a su pareja. Pensó en subir para poder hablar con él y pedirle aquel favor más recordó a la pequeña Eli, de quien no se había despedido estando ella consciente. Sabía perfectamente que si se aparecia ahí y ella le veía, las cosas no se pondrían para nada bonitas. Soltó un suspiro pesado y caminó hacia el teléfono público más cercano. Metió unas cuantas monedas y con mucho nerviosismo empezó a teclear el número del mayor. Sus manos temblaban con fuerza, temía que fuera a equivocarse o que el mayor no fuera a contestarle. Odiaba tener que volver a aparecer en su vida a agregarle más sal a la herida, pero no sabía que más hacer para mantener al bebé que llevaba en su vientre a salvo. Esperó unos segundos mientras el timbre del teléfono sonaba, pensó que nadie contestaría pero luego escuchó esa voz que tanto había extrañado y un nudo se le formó en la garganta.
-Miller…soy…soy Eun-woo , lamento que vuelvas a oir de mi de esta forma pero…necesito de tu ayuda, solo por esta vez…lo prometo.
[ROL PRIVADO]
Finalmente había terminado su jornada laboral, por suerte ese día no tenía que trabajar en la cafetería por lo cual decidió ir a comer algo en la calle. Llevaba unos días desde que su bebé le pedia comer fideos de pasta de frijoles negros. Caminó por unas cuantas cuadras hasta llegar al restaurante, pidió su comida, esperó unos cuantos minutos y cuando finalmente estuvo lista fue que empezó a caminar con dirección hacia su hotel. Se sentía muy emocionado de poder comer sus fideos, estaba que moría de hambre pues ahora se encontraba comiendo para dos. Estando a unas cuadras de llegar hacia su hotel, sintió como le jalaban de la camisa, arrastrandolo hacia el interior de un callejón donde le pusieron contra la pared. El cielo estaba oscureciendo pero aun asi habia logrado ver la cara de los responsables, aquellos rostro de los que nunca se olvidaría. Eran de los tantos matones que en el pasado le cobraban el dinero que debía, los que lo golpeaban y destruian su hogar en busca de “cobrarse” lo que les debía. Su rostro mostraba un enorme miedo y confusión, no entendía porqué es que habían vuelto a buscarle. Tenia entendido que su ex-pareja le había hecho el favor de pagar sus deudas para que no les volvieran a molestar pero…que era lo que querían ahora?
-Q…Que es lo que están haciendo?? Qué más quieren de mi?? - Intentó removerse, queriendo que le soltaran pues empezaba a asustarse. En el pasado posiblemente les hubiera peleado, pero ahora que esperaba un bebé, en lo único que podía pensar era en que nada le fuera a pasar.
X: Queremos saber cómo es que conseguiste todo ese dinero para pagar, estabas que te ahogabas en deudas y de la nada pudiste pagarlo todo? Acaso te ganaste la lotería? O te conseguiste una minita de oro?
-Que?! No es así…tuve que pedir un préstamo a alguien más, justo como ustedes lo dijeron…yo solo, no hubiera podido pagar todo. Ya les dije lo que querían, ahora déjenme ir!!
Forcejeo un poco y pronto se encontraba en el suelo, inmediatamente se colocó en posición fetal, asegurándose de proteger a toda costa su vientre. Esperaba ser golpeado pero no fue así. En cambio, sintió como un líquido caliente empezaba a quemar sus piernas y brazos. El olor a la salsa de pasta de frijoles negros se exparcia por todo el lugar y el rubio no pudo evitar quejarse un poco, con sus manos intentaba sacar la salsa de sus prendas para evitar que le siguiera quemando.
X: Esta es una advertencia…queremos que nos entregues 7 millones de wones al final de esta semana, ya sabes que pasara si no lo haces. No puedes huir de nosotros, siempre terminaremos encontrandote Kim Eun-woo
Aquellos hombres solo se dedicaron a escupirle y se largaron del lugar. Se levantó con mucho cuidado del suelo, su mano posicionada sobre su vientre. Empezaba a sentir alivio en su piel cuando la brisa chocaba contra su cuerpo, enfriando aquella salsa que había sido lanzada sobre él. Miro al suelo por unos segundos, las lágrimas empezaron a resbalar por sus mejillas mientras se preguntaba qué era lo que haría ahora. No tenía a nadie que pudiera hacerle ese préstamo y la única persona que se cruzó por su mente había sido Miller. Empezó a caminar perdido en sus pensamientos, su mente se quedó en blanco por un buen rato y cuando menos se dio cuenta, se encontraba en frente del edificio en el que una vez vivió junto a su pareja. Pensó en subir para poder hablar con él y pedirle aquel favor más recordó a la pequeña Eli, de quien no se había despedido estando ella consciente. Sabía perfectamente que si se aparecia ahí y ella le veía, las cosas no se pondrían para nada bonitas. Soltó un suspiro pesado y caminó hacia el teléfono público más cercano. Metió unas cuantas monedas y con mucho nerviosismo empezó a teclear el número del mayor. Sus manos temblaban con fuerza, temía que fuera a equivocarse o que el mayor no fuera a contestarle. Odiaba tener que volver a aparecer en su vida a agregarle más sal a la herida, pero no sabía que más hacer para mantener al bebé que llevaba en su vientre a salvo. Esperó unos segundos mientras el timbre del teléfono sonaba, pensó que nadie contestaría pero luego escuchó esa voz que tanto había extrañado y un nudo se le formó en la garganta.
-Miller…soy…soy Eun-woo , lamento que vuelvas a oir de mi de esta forma pero…necesito de tu ayuda, solo por esta vez…lo prometo.
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[ROL PRIVADO]
Finalmente había terminado su jornada laboral, por suerte ese día no tenía que trabajar en la cafetería por lo cual decidió ir a comer algo en la calle. Llevaba unos días desde que su bebé le pedia comer fideos de pasta de frijoles negros. Caminó por unas cuantas cuadras hasta llegar al restaurante, pidió su comida, esperó unos cuantos minutos y cuando finalmente estuvo lista fue que empezó a caminar con dirección hacia su hotel. Se sentía muy emocionado de poder comer sus fideos, estaba que moría de hambre pues ahora se encontraba comiendo para dos. Estando a unas cuadras de llegar hacia su hotel, sintió como le jalaban de la camisa, arrastrandolo hacia el interior de un callejón donde le pusieron contra la pared. El cielo estaba oscureciendo pero aun asi habia logrado ver la cara de los responsables, aquellos rostro de los que nunca se olvidaría. Eran de los tantos matones que en el pasado le cobraban el dinero que debía, los que lo golpeaban y destruian su hogar en busca de “cobrarse” lo que les debía. Su rostro mostraba un enorme miedo y confusión, no entendía porqué es que habían vuelto a buscarle. Tenia entendido que su ex-pareja le había hecho el favor de pagar sus deudas para que no les volvieran a molestar pero…que era lo que querían ahora?
-Q…Que es lo que están haciendo?? Qué más quieren de mi?? - Intentó removerse, queriendo que le soltaran pues empezaba a asustarse. En el pasado posiblemente les hubiera peleado, pero ahora que esperaba un bebé, en lo único que podía pensar era en que nada le fuera a pasar.
X: Queremos saber cómo es que conseguiste todo ese dinero para pagar, estabas que te ahogabas en deudas y de la nada pudiste pagarlo todo? Acaso te ganaste la lotería? O te conseguiste una minita de oro?
-Que?! No es así…tuve que pedir un préstamo a alguien más, justo como ustedes lo dijeron…yo solo, no hubiera podido pagar todo. Ya les dije lo que querían, ahora déjenme ir!!
Forcejeo un poco y pronto se encontraba en el suelo, inmediatamente se colocó en posición fetal, asegurándose de proteger a toda costa su vientre. Esperaba ser golpeado pero no fue así. En cambio, sintió como un líquido caliente empezaba a quemar sus piernas y brazos. El olor a la salsa de pasta de frijoles negros se exparcia por todo el lugar y el rubio no pudo evitar quejarse un poco, con sus manos intentaba sacar la salsa de sus prendas para evitar que le siguiera quemando.
X: Esta es una advertencia…queremos que nos entregues 7 millones de wones al final de esta semana, ya sabes que pasara si no lo haces. No puedes huir de nosotros, siempre terminaremos encontrandote Kim Eun-woo
Aquellos hombres solo se dedicaron a escupirle y se largaron del lugar. Se levantó con mucho cuidado del suelo, su mano posicionada sobre su vientre. Empezaba a sentir alivio en su piel cuando la brisa chocaba contra su cuerpo, enfriando aquella salsa que había sido lanzada sobre él. Miro al suelo por unos segundos, las lágrimas empezaron a resbalar por sus mejillas mientras se preguntaba qué era lo que haría ahora. No tenía a nadie que pudiera hacerle ese préstamo y la única persona que se cruzó por su mente había sido Miller. Empezó a caminar perdido en sus pensamientos, su mente se quedó en blanco por un buen rato y cuando menos se dio cuenta, se encontraba en frente del edificio en el que una vez vivió junto a su pareja. Pensó en subir para poder hablar con él y pedirle aquel favor más recordó a la pequeña Eli, de quien no se había despedido estando ella consciente. Sabía perfectamente que si se aparecia ahí y ella le veía, las cosas no se pondrían para nada bonitas. Soltó un suspiro pesado y caminó hacia el teléfono público más cercano. Metió unas cuantas monedas y con mucho nerviosismo empezó a teclear el número del mayor. Sus manos temblaban con fuerza, temía que fuera a equivocarse o que el mayor no fuera a contestarle. Odiaba tener que volver a aparecer en su vida a agregarle más sal a la herida, pero no sabía que más hacer para mantener al bebé que llevaba en su vientre a salvo. Esperó unos segundos mientras el timbre del teléfono sonaba, pensó que nadie contestaría pero luego escuchó esa voz que tanto había extrañado y un nudo se le formó en la garganta.
-Miller…soy…soy Eun-woo , lamento que vuelvas a oir de mi de esta forma pero…necesito de tu ayuda, solo por esta vez…lo prometo.