Roomies, pero no homo
Fandom Privado
Categoría Otros
Miller no sabía si ésto era de conejos, o de gays. No le molestaba dormir con Canelita en la cara, pero le incomodaba amanecer con una persona en la cara.

Usualmente no hacia actividades en la cama como procrastinar, en cuanto su cabeza tocaba la almohada, se desmayaba, no escuchaba nada salvo ruidos fuera de lo común en su hábitat.

¿Pero qué hacer con Ivory?
Otra cama no entraba en la habitación, tendria que vender la propia y dividir el cuarto en dos camas, pero tampoco había tanto espacio. Aún así, el problema no era solo ese.

Ni si quiera era un problema el gasto, porque le dió al conejito un monto de dinero y lo liberó en las praderas del market, para que aprendiera a administrarse, de lo contrario, estaria sometido a los gustos de Miller, el paladar de Miller y el poco estilo de Miller.
Queria que fuera independiente, que confiara en sus capacidades administrativas.
Qué idiota fue. Pero en fin, estaban trabajando en ello.
Porque el verdadero problema eran los sueños...

Cada noche, inclusive en las que no estaba en casa, soñaba con la oscuridad y una puerta roja, desde la que golpeaban del otro lado.
A medida que se acercaba a esa puerta, sudaba, palpitaba, le ardía el cuerpo en fiebre y un sin fin de ojos severos lo escudriñaban con desdén, lo intimidaban.
Pero al despertse, todo acababa.

Aún así y pese a esos momentos y algún que otro roce por el tema orden del depto, había momentos buenos.
Para no dejarlo tanto tiempo solo, el oficial le propuso a Ivory que almorzaran juntos en su tiempo libre, en la Comisaría.
Le era mas práctico recibir la visita del conejo, que ir hasta el depto, comer un bocado y salir de regreso al trabajo.
—Puedes verlo como un pequeño empleo, aqui varios comen galletas porque no hacen tiempo de regresar a casa, podrias vender sandwiches. Y tener tu propio dinero. El mío es limitado.-
Esperaba el envío de las cosas del chico, por parte de su creador. Le inquietaba que éste ya supiera en dónde vivía pero, suponía que era cosa de brujeria...
—¿Ya retomaste tus clases? Adoctrinado o no, necesitas un título.-
Si tenia que esperar a que se durmiera un dia, raparlo y meterlo en la escuela para cadetes, lo haría, pero en algún lado estudiaría. Aunque esperaba que fuera en un lugar mágico, y aprendiera a dominar sus poderes.

Hizo su tarea, por si acaso. Investigó Hogwarts. También buscó en google el significado de Ivory, no quedó muy convencido.

Miller estaba mas activo que nunca, mas vivo que en años, en sus ojos habia determinación, propósitos, vida. Casi y parecia un ser humano normal, con ojeras de mal sueño. Eso no pasaba desapercibido a ojos de sus colegas, en especial de una, pero de esa, se hablará mas adelante.
~ Pues claro, es cosa de conejos, duermen todos juntitos~
—Pero yo no soy conejo.-
~Pero Canelita te siente su papá conejo. Ahh tienes suerte, mi esposa no me deja dormir en cama aún, me tiene en el sofá. Todo porque encontró una compra rara en mi tarjeta. Te juro aue no entiendo que pasó.~

Miller sigue tipeando el archivo N° 50, solo le faltan 245 más.
~Pero tendrás que hacerle una camita a parte, un canasto tal vez. Porque tu ya sabes, los conejos se follan todo~
—AHLALALALAAL NO QUIERO ESCUCHAR- Sacude la cabeza, grita, bufa, habla fuerte, se tapa los oidos, pero Emerson no se detiene.
~O a lo mejor necesita una mamá cone~- No termina de decirlo, Miller le avienta todos los archivos que ya no sirven, y la engrampadora, para que se largue.


Miller no sabía si ésto era de conejos, o de gays. No le molestaba dormir con Canelita en la cara, pero le incomodaba amanecer con una persona en la cara. Usualmente no hacia actividades en la cama como procrastinar, en cuanto su cabeza tocaba la almohada, se desmayaba, no escuchaba nada salvo ruidos fuera de lo común en su hábitat. ¿Pero qué hacer con Ivory? Otra cama no entraba en la habitación, tendria que vender la propia y dividir el cuarto en dos camas, pero tampoco había tanto espacio. Aún así, el problema no era solo ese. Ni si quiera era un problema el gasto, porque le dió al conejito un monto de dinero y lo liberó en las praderas del market, para que aprendiera a administrarse, de lo contrario, estaria sometido a los gustos de Miller, el paladar de Miller y el poco estilo de Miller. Queria que fuera independiente, que confiara en sus capacidades administrativas. Qué idiota fue. Pero en fin, estaban trabajando en ello. Porque el verdadero problema eran los sueños... Cada noche, inclusive en las que no estaba en casa, soñaba con la oscuridad y una puerta roja, desde la que golpeaban del otro lado. A medida que se acercaba a esa puerta, sudaba, palpitaba, le ardía el cuerpo en fiebre y un sin fin de ojos severos lo escudriñaban con desdén, lo intimidaban. Pero al despertse, todo acababa. Aún así y pese a esos momentos y algún que otro roce por el tema orden del depto, había momentos buenos. Para no dejarlo tanto tiempo solo, el oficial le propuso a Ivory que almorzaran juntos en su tiempo libre, en la Comisaría. Le era mas práctico recibir la visita del conejo, que ir hasta el depto, comer un bocado y salir de regreso al trabajo. —Puedes verlo como un pequeño empleo, aqui varios comen galletas porque no hacen tiempo de regresar a casa, podrias vender sandwiches. Y tener tu propio dinero. El mío es limitado.- Esperaba el envío de las cosas del chico, por parte de su creador. Le inquietaba que éste ya supiera en dónde vivía pero, suponía que era cosa de brujeria... —¿Ya retomaste tus clases? Adoctrinado o no, necesitas un título.- Si tenia que esperar a que se durmiera un dia, raparlo y meterlo en la escuela para cadetes, lo haría, pero en algún lado estudiaría. Aunque esperaba que fuera en un lugar mágico, y aprendiera a dominar sus poderes. Hizo su tarea, por si acaso. Investigó Hogwarts. También buscó en google el significado de Ivory, no quedó muy convencido. Miller estaba mas activo que nunca, mas vivo que en años, en sus ojos habia determinación, propósitos, vida. Casi y parecia un ser humano normal, con ojeras de mal sueño. Eso no pasaba desapercibido a ojos de sus colegas, en especial de una, pero de esa, se hablará mas adelante. ~ Pues claro, es cosa de conejos, duermen todos juntitos~ —Pero yo no soy conejo.- ~Pero Canelita te siente su papá conejo. Ahh tienes suerte, mi esposa no me deja dormir en cama aún, me tiene en el sofá. Todo porque encontró una compra rara en mi tarjeta. Te juro aue no entiendo que pasó.~ Miller sigue tipeando el archivo N° 50, solo le faltan 245 más. ~Pero tendrás que hacerle una camita a parte, un canasto tal vez. Porque tu ya sabes, los conejos se follan todo~ —AHLALALALAAL NO QUIERO ESCUCHAR- Sacude la cabeza, grita, bufa, habla fuerte, se tapa los oidos, pero Emerson no se detiene. ~O a lo mejor necesita una mamá cone~- No termina de decirlo, Miller le avienta todos los archivos que ya no sirven, y la engrampadora, para que se largue.
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Individual
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