Horangi era conocido por su seriedad y disciplina, pero tenía una debilidad: no sabía decir que no cuando alguien le pedía algo de manera amable. Finalmente y con un suspiro, tomó el pequeño esmalte de uñas y se puso a trabajar.
Horangi era conocido por su seriedad y disciplina, pero tenía una debilidad: no sabía decir que no cuando alguien le pedía algo de manera amable. Finalmente y con un suspiro, tomó el pequeño esmalte de uñas y se puso a trabajar.
Me encocora
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